Ciudad del Vaticano (Sábado, 07-10-2017, Gaudium Press) Conservar los Jardines Vaticanos es una tarea mucho más compleja que el mantenimiento de sus plantas (un trabajo notable debido a la belleza de los diseños) debido a que esta área de 110 acres conserva en su interior más de 570 obras de arte, que incluyen fuentes, esculturas y placas de piedra.
Jardines Vaticanos. Foto: Arsen Gabdullin |
Para cumplir este fin, los Museos Vaticanos y el Gobernorado de la Ciudad del Vaticano desarrollan un proyecto de cinco años de duración en el cual se generarán agentes y técnicas de limpieza ecológicas que permitan realizar los trabajos de limpieza y restauración sin dañar el medio ambiente. En un Congreso de un día de duración, los científicos y restauradores involucrados en el proyecto presentaron sus trabajos sobre la eliminación de bacterias, algas y depósitos de calcio.
Todos los procesos altamente documentados que esperan serán de utilidad a otras instituciones y estados que busquen alternativas amigables con el medio ambiente. El resultado final deberá cumplir los requisitos de limpieza y conservación de los elementos sin afectar negativamente a las plantas y animales que viven en los Jardines Vaticanos.
Los Jardines Vaticano cubren más de la mitad del área del país y fueron establecidos en el medioevo con huertas y viñedos, para luego transformarse en la residencia papal rodeada de muros en 1279. Durante el Renacimiento y el Barroco fueron decorados con fuentes y esculturas y sus muros fueron fortificados. La Santa Patrona de los Jardines Vaticanos es Santa Teresa de Lisieux por declaración del Papa Pío XI y a ella se dedicó una capilla cerca de los muros leoninos.
Con información de Crux.
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