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Ciudad del Vaticano (Viernes, 07-06-2019, Gaudium Press) El Papa Francisco en encuentro realizado ayer en la Sala del Consistorio habló a los participantes del Congreso de los Centros Nacionales para las Vocaciones de las Iglesias de Europa.
Cómo ayudar a los jóvenes
El Papa afirmó que para ayudar a un joven a descubrir su vocación, es preciso «paciencia y capacidad de escucha», un deseo de «cansarse», sabiendo que los jóvenes de hoy «saben tanto sobre contactos, pero no se comunican».
Palabras espontáneas
Las palabras del Papa fueron de improviso, pues, el discurso previsto fue entregado a los participantes, antes.
El Pontífice recordó que, en primer lugar, trabajar «por las vocaciones» no significa «buscar nuevos miembros para un club»:
Recordando a Benedicto XVI, afirmó que «el crecimiento de la Iglesia es por atracción, no por proselitismo».
El desafío es hablar la lengua de los jóvenes
Continuando, Francisco dijo que los jóvenes «son diferentes unos de otros, son diferentes en todos los lugares, pero son los mismos en la inquietud, en la sed de grandeza, en el deseo de hacer el bien».
Para llegar al corazón de ellos es preciso, antes que nada, hablar una lengua comprensible, sin esperar que comprendan.
Para el Papa «comunicar es tal vez el desafío que debemos tener con los jóvenes. La comunicación, la comunión. Enseñarles que la informática es algo bueno, sí, tener algún contacto, pero no es ese el lenguaje: es un lenguaje ‘gaseoso’. El verdadero lenguaje es comunicar. Comunicar, hablar… Y esta es una obra de filigrana, de hacer ‘encaje’ como dicen aquí». Es un trabajo a ser hecho paso a paso. Quien trabaja con los jóvenes, por tanto, no debe imponer, sino «acompañar, guiar y ayudar para que el encuentro con el Señor los haga ver cuál es el camino de la vida».
Paciencia y rejuvenecimiento
Más adelante, Francisco reconoce que «trabajar con los jóvenes requiere mucha paciencia», «escucha» y, no menos importante, la capacidad de «rejuvenecerse: esto es, ponerse en movimiento, moverse con ellos».
«Hoy los jóvenes están en movimiento y debemos trabajar con ellos en movimiento e intentar ayudarlos a encontrar su vocación en sus vidas. Eso cansa… ¡Es preciso cansarse!»
No se puede trabajar por las vocaciones sin cansarse.
En este camino articulado de compartir, no menos importante es la actitud de «recogerse en sí mismo», para poder dialogar con el Señor.
Diálogo con el Señor
«La elección de la vocación debe venir del diálogo con el Señor, cualquiera que sea la vocación. El Señor me inspira a avanzar en la vida de esta forma, por este camino».
El Papa entregó el discurso escrito como regalo para los participantes del encuentro. (JSG)
(De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de Vatican News)
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