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Ciudad del Vaticano (Lunes, 13-01-2020, Gaudium Press) Ayer, en su meditación previa al Ángelus dominical, el Papa Francisco profundizó en el relato que del bautismo del Señor hace el apóstol San Mateo. Se conmemoraba la solemnidad del Bautismo de Jesús en el río Jordán.
El Papa resaltó la sorpresa de Juan Bautista ante el pedido de Jesús de ser bautizado:
«Esta decisión de Jesús sorprende al Bautista de hecho, el Mesías no necesita ser purificado; Él es quien purifica». Las palabras de Juan son motivadas por su conciencia de la distancia infinita entre el Señor y el ser humano.
Pero «el Hijo de Dios vino precisamente para cerrar esa distancia entre el hombre y Dios» y el Señor está junto a Dios «también está del lado del hombre y une lo que estaba dividido». Por eso el Mesías pide ser bautizado, justamente «para que se pueda hacer toda justicia», es decir, «para que se realice el plan del Padre que pasa por el camino de la obediencia filial y la solidaridad con el hombre frágil y pecador». «Es el camino de la humildad y la total cercanía de Dios a sus hijos», afirmó Francisco, «requerido también hoy a los discípulos del Señor».
La conmemoración del Bautismo de Jesús, debe ser ocasión para redescubrir nuestro bautismo, pues «también nosotros nacidos del agua y del Espíritu Santo sabemos que somos hijos amados, objeto de la complacencia de Dios». Sin embargo, no podemos olvidar que somos «hermanos de muchos otros hermanos, invertidos en una gran misión para testificar y anunciar a todos los hombres el amor infinito del Padre».
Celebrar la fecha del propio bautismo
El Papa invitó a conocer y celebrar la fecha del bautismo de cada uno.
«En el Bautismo, el Espíritu Santo viene para permanecer en nosotros». Por eso es importante «saber cuál es la fecha de mi bautismo». Antes de concluir su meditación, invitó a celebrar la fecha de nuestro Bautismo todos los años: «Hacerlo, también es un deber de justicia hacia el Señor que ha sido tan bueno con nosotros».
Con información de Vatican News
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