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Roma (Lunes, 13-01-2020, Gaudium Press) La Diócesis de Roma trabaja para muy pronto contar con un nuevo testimonio de santidad en los altares. Se trata de la sierva de Dios Francesca Lancellotti, laica y madre de familia, cuya causa diocesana avanza un paso más: el próximo viernes 17 de enero, a las 12:00 horas se clausurará la fase de la investigación diocesana de su causa de Beatificación.
El evento tendrá lugar en el Aula de la Conciliación del Palacio Apostólico Lateranense, siendo presidido por el Cardenal Angelo De Donatis, Vicario del Papa par la Diócesis de Roma; contando con la presencia de Mons. Paolo Rizzi, postulador de la causa, quien es oficial de la Secretaría de Estado de la Santa Sede; además de los miembros del Tribunal diocesano de Roma.
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| La sierva de Dios Francesca Lancelloti tuvo una experiencia estraordinaria con San Miguel Arcángel / Foto: FB-Associazione Figli Spirituali di Francesca Lancellotti. |
Según ha informado la Diócesis de Roma en nota de prensa, previo a la clausura de la fase diocesana de la Causa de Lancellotti, a las 10:15 horas, habrá en el Santuario de la Scala Santa una jornada de oración titulada «En camino con Francesca», que será guiada por el Vicario General de Acerenza, Mons. Domenico Baccalliere.
Mientras que el sábado 18 de enero la Basílica de Santa María la Mayor acogerá a las 16:15 una Eucaristía de acción de gracias que presidirá el postulador Mons. Rizzi.
Justamente, el postulador de la causa de Beatificación, quien es citado en la nota de prensa, destacó sobre la Sierva de Dios:
«Durante cuarenta años ejerció en la capital una especial misión en favor de cuantos estaban lejos de la fe o estaban afectados por la enfermedad: con sus oraciones y sacrificios personales ha vencido la resistencia del mal espiritual, aquel de la falta de Dios, y del mal físico, aquel de las enfermedades graves».
Mons. Rizzi también ha subrayado algunos de los rasgos de santidad de Francesca:
«En la vida disfrutó de una relevante fama de santidad, caracterizada por la tierna devoción a la Virgen, venerada en el Santuario de Belvedere di Oppido Liucano, su ciudad natal, y de una relación espiritual privilegiada con San Miguel Arcángel, de quien la presencia celeste ha hecho una tocante experiencia mística. De ahí la ayuda moral y material de la que cientos de personas se beneficiaron en Roma en muchas partes de Italia, atraídos por su carisma, de sus signos prodigiosos, de su fe, su humildad y de su caridad evangélica».
«Su testimonio cristiano ha producido y continúa produciendo extraordinarios frutos de conversión y también de curación física en aquellos que son impulsados por su historia al cuestionar el significado de la vida», ha añadido.
El postulador de la causa también ha puntualizado: «He verificado la consistencia de la santidad de Francesca, que es precisamente aquella de la que habla el Papa Francisco en la exhortación apostólica ‘Gaudete et exultate’, una ‘santidad de la puerta de al lado, de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios'».
Francesca Lancelloti nació el 7 de julio de 1917 en Oppido Lucano, una pequeña ciudad situada en la provincia italiana de Potenza. Fue esposa de Faustino Zotta, un hombre de gran fe, con quien tuvo una hija, María Luigia y un hijo, Domenico.
Desde siempre tuvo una relación muy cercana a Dios, que manifestaba con el testimonio en su propia vida. Momento extraordinario ocurrió el 7 de julio de 1956 cuando se le aparece el Arcángel San Miguel, quien la llama a trasladarse a Roma y realizar allí una misión, dedicándose a la oración y a acoger en su casa a los más necesitados, no sólo en lo material, sino en lo moral y espiritual. Fallece en olor de santidad el 4 de septiembre de 2008.
Con información de Diócesis de Roma.
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