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Ciudad del Vaticano (Martes, 29-01-2019, Gaudium Press) Con ocasión de la inauguración del Año Judicial, el Papa Francisco se dirigió esta mañana al auditores, oficiales, abogados y colaboradores del Tribunal de la Rota Romana, e hizo el elogio de la fidelidad conyugal: «Los cónyuges que viven en unidad y en fidelidad reflejan bien la imagen y la semejanza de Dios. Esta es la buena noticia: que la fidelidad es posible, porque es un don, tanto en los cónyuges como en los presbíteros».
«La sociedad en la que vivimos está cada vez más secularizada -señaló el Pontífice- y no favorece el crecimiento de la fe, con la consecuencia de que a los fieles católicos les resulta difícil dar testimonio de un estilo de vida que corresponda al Evangelio, también por lo que se refiere al sacramento del matrimonio». Por ello es necesaria una especial atención pastoral de la Iglesia.
Entretanto, siempre serán valores fundamentales la unidad y la fidelidad, y no sólo en el matrimonio, sino en las relaciones humanas. «La unidad y la fidelidad son dos valores importantes y necesarios, no solo entre los cónyuges, sino en general en las relaciones interpersonales y sociales. Todos somos conscientes de los inconvenientes que determinan, en el consorcio civil, las promesas incumplidas, la falta de fidelidad a la palabra dada y a los compromisos asumidos», dijo.
La fidelidad y la unidad tiene que ser predicada a los futuros esposos. «Hace falta una triple preparación para el matrimonio: remota, cercana y permanente. Esta última es bueno que abarque las diferentes etapas de la vida matrimonial de una manera seria y estructural, a través de una esmerada formación destinada a aumentar en los cónyuges la conciencia de los valores y de los compromisos propios de su vocación», manifestó el Pontífice.
Con información de Aica
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