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Ciudad del Vaticano (Martes, 08-01-2018, Gaudium Press) Después de la recitación del Ángelus, el domingo, cuando la Solemnidad de la Epifanía del Señor, el Papa Francisco dijo en sus palabras iniciales:
«La luz que el profeta Isaías había preanunciado, está presente y fue encontrada. Jesús, nacido en Belén, ciudad de David, vino para traer la salvación a los próximos y distantes: a todos. El evangelista Mateo muestra diversas maneras con las cuales se puede encontrar a Cristo y reaccionar a su presencia.»
Mentalidad de Herodes y de los escribas delante de Jesús
Continuando, Francisco muestra los modos diferentes de reaccionar al encuentro con Jesús y a su presencia:
«Herodes y los escribas de Jerusalén tienen un corazón duro, que se obstina y rechaza la visita de aquel Niño.
Es una posibilidad, cerrarse a la luz, dijo. Ellos representan a los que, también en nuestros días, tienen miedo de la venida de Jesús y cierran el corazón a los hermanos y las hermanas que necesitan de ayuda.
«Herodes tiene miedo de perder el poder y no piensa en el verdadero bien de las personas, sino en la propia ventaja personal. Los escribas y los jefes del pueblo tienen miedo porque no saben mirar más allá de las propias certezas, no consiguiendo así coger la novedad que está en Jesús.»
Los Magos aceptan la luz: Jesús
El Papa apunta la diferencia entre Herodes y los Santos Reyes Magos:
«Bien diferente es la experiencia de los Magos. Venidos de Oriente, ellos representan todos los pueblos distantes de la fe hebraica tradicional. Y aun así, se dejan guiar por la estrella y enfrentan un largo y arriesgado viaje para llegar a la meta y conocer la verdad sobre el Mesías. Los Magos estaban abiertos a la «novedad», y a ellos se revela la mayor y más sorprendente novedad de la historia: Dios hecho hombre. Los Magos se postran delante de Jesús y ofrecen dones simbólicos: oro, incienso y mirra; porque la búsqueda del Señor implica no solamente la perseverancia en el camino, sino también la generosidad del corazón.»
Cambio de caminos
Después de encontrar a Jesús, los Reyes Magos «vuelven para su tierra», y, dice el Papa, de acuerdo con los Evangelios, ellos volvieron «por otro camino».
Entonces, el Pontífice comenta a los fieles y peregrinos presentes en la Plaza San Pedro: «Toda vez que un hombre y una mujer encuentra a Jesús, cambia el camino, vuelve a la vida de forma diferente, vuelve renovado ‘por otro camino’ «.
Francisco recuerda que los Magos «regresaron ‘a su país’ llevando dentro de sí el misterio de aquel Rey humilde y pobre. Podemos imaginar que contaron a todos la experiencia vivida: la salvación ofrecida por Dios en Cristo es para todos los hombres, próximos o distantes. No es posible tomar posesión de aquel Niño: él es un don para todos.»
Dejarse iluminar por la luz de Jesús
Entonces, el Papa recomienda a la multitud:
«Hagamos un poco de silencio en nuestro corazón y dejémonos iluminar por la luz de Jesús que proviene de Belén. No permitamos a nuestros miedos de cerrar el corazón, sino tengamos el coraje de abrirnos a esta luz que es mansa y discreta».
Continuando, Francisco afirma que, después de eso, «como los Magos, experimentaremos una gran alegría que no podremos mantener para nosotros».
Y, por último, el Papa apela:
«Que nos sustente en este camino la Virgen María, estrella que nos conduce a Jesús, y Madre que muestra Jesús a los Magos y a todos aquellos que se aproximan a él.» (JSG)
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