Ciudad del Vaticano (Lunes, 23-09-2019, Gaudium Press) El Papa Francisco comentó en el Ángelus dominical, la lectura evangélica del día, que trata de «un administrador astuto y deshonesto que, acusado de haber despilfarrado los bienes del patrón, está a punto de ser despedido».
El administrador sabe que su futuro no es promisorio, pues sabe cuál es su verdadera condición: «Excavar, no tengo fuerzas; mendigar, me da vergüenza» (Lc 16, 3). Y entonces, actúa con astucia «robando a su señor por última vez». Es así, que llama «los deudores y reduce las deudas que tienen con el amo, para hacer amistad con ellos y luego ser recompensado por ellos».
De acuerdo al Pontífice Romano, la clave de la lectura está en la invitación que hace Jesucristo: «Yo os digo: Haceos amigos con el Dinero injusto, para que, cuando llegue a faltar, os reciban en las eternas moradas» (v. 9). Pues si bien el manejo de la riqueza puede ser fuente de injusticias, está también la posibilidad de invertir el curso: » ‘Háganse amigos con la riqueza’. Es una invitación a saber transformar bienes y riquezas en relaciones, porque las personas valen más que las cosas y cuentan más que las riquezas que poseen».
Y afirmó Francisco: «En la vida, en efecto, no son los que tienen tantas riquezas los que dan fruto, sino los que crean y mantienen vivos tantos lazos, tantas relaciones, tantas amistades a través de las diferentes ‘riquezas’, es decir, de los diferentes dones con los que Dios los ha dotado».
También la parábola del administrador deshonesto es una invitación a la conversión.
«Jesús nos asegura que siempre estamos a tiempo para sanar el mal hecho con el bien. Quien ha causado lágrimas, haga feliz a alguien; quien ha quitado indebidamente, done a quien está en necesidad. Haciendo así, seremos alabados por el Señor «porque hemos actuado con astucia», dijo el Papa.
Con información de Vatican News
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