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Ciudad del Vaticano (Miércoles, 18-09-2019, Gaudium Press) En su homilía, de este martes 17 de septiembre, en Casa Santa Marta el Papa Francisco trató, durante la misa de la mañana, el Evangelio en el cual Nuestro Señor resucita el hijo de la viuda.
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Sentir con, sufrir con
El Papa explicó que la viuda estaba completamente sola y que Nuestro Señor tuvo de ella, compasión. Agregó tener compasión no es sentir pena. Podemos sentir pena de un perrito, por ejemplo. Pero eso no es compasión. Tener compasión es sufrir con, es sentir la realidad como ella es.
Lenguaje de Dios y lenguaje humano
Afirmó que la compasión es el lenguaje de Dios, mientras la indiferencia es lenguaje humano.
El Papa Francisco hace un comentario sobre una foto sacada por los fotógrafos del L’Osservatore Romano y que está en la Limosnería Vaticana con el título de: «Indiferencia».
Se trata de una noche de invierno, enfrente a un restaurante de lujo, donde el fotógrafo capta, una señora saliendo del establecimiento, y otra, que vive en la calle, le extiende la mano pidiéndole ayuda. Pero la primera bien abrigada, mira para otro lado. ¡Eso es lo que llamo de indiferencia!
La compasión es necesaria
El Papa Francisco se conmovió con las Palabras del Evangelio: «Una caricia de compasión», dijo Francisco. Jesús toca en el cajón, ordenando al joven que levante. El joven entonces se queda sentado y comienza a hablar «y Jesús lo entrega a su madre».
Explicó el Papa que en esta escena hay también justicia, restitución y que actitudes como éstas nos salvan de nuestros egoísmos. Concluyó pidiendo que Nuestro Señor tenga pena de cada uno de nosotros, pues es lo que precisamos. (PJS)
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