Roma (Lunes, 02-10-2017, Gaudium Press) El Card. Pietro Parolin, Secretario de Estado Vaticano, manifestó su apoyo al Plan de Reconstrucción de Llanura de Nínive de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada en favor de los cristianos perseguidos en Irak. El purpurado participó en el Congreso «Retorno a las raíces: los cristianos en las planicies de Nínive», organizado por la Fundación el pasado 28 de septiembre en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma, junto al Patriarca católico caldeo de Babilonia, Su Beatitud Louis Raphael I Sako, el Arzobispo católico sirio de Mosul, Mons. Yohanna Petros Mouche, y otros prelados de la región.
Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede. Foto: Saeima |
«Desde el principio, el Santo Padre ha seguido con profunda preocupación la tragedia de miles de familias obligadas a abandonar sus propias ciudades y pueblos debido a la invasión del llamado Estado Islámico, a partir de junio de 2014», recordó el Cardenal Parolin a los asistentes. «La misma preocupación también se ha reflejado en la actividad diplomática de la Santa Sede, que no ha perdido la oportunidad de hablar en nombre de esos cristianos, reiterando en numerosas ocasiones la necesidad de facilitar su retorno y garantizar medidas adecuadas de protección y respeto de sus derechos».
El purpurado insistió en la importancia de la presencia cristiana en Medio Oriente, calificada como «fundamental» para » la paz, la estabilidad y el pluralismo» y lamentó el notable declive de la población de creyentes a causa de la violencia y a la persecución. Citando las palabras de Benedicto XVI, el Secretario de Estado indicó que «un Oriente Medio sin cristianos, o con sólo unos pocos cristianos, ya no sería el Oriente Medio, ya que los cristianos, junto con otros creyentes, forman parte de la identidad distintiva de la región».
«La reconstrucción de casas y pueblos es la primera y fundamental condición para el regreso de los cristianos a sus propias tierras.», agregó el purpurado. «Sabemos, sin embargo, que más allá de la reconstrucción de ciudades, aldeas y hogares, existe la obligación más onerosa de reconstruir la sociedad iraquí y consolidar una convivencia armoniosa y pacífica. Aquí los cristianos tienen una misión específica: ser artesanos de la paz, la reconciliación y el desarrollo». El Cardenal agradeció a Ayuda a la Iglesia Necesitada su labor en favor de los cristianos de Irak y aplaudió que el proyecto de reconstrucción se esté trabajando en unidad de las diferentes comunidades cristianas locales, para reconstruir también la sociedad y vivir, no como una «minoría protegida», sino como «ciudadanos cuyos derechos están protegidos y garantizados, junto con todos los demás ciudadanos».
Con información de AIN.
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