sábado, 30 de noviembre de 2024
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"En los sacerdotes jóvenes, la juventud de la Iglesia", dice el Papa a la Congregación del Clero

Ciudad del Vaticano (Lunes, 05-06-2017, Gaudium Press) En audiencia realizada en la Sala del Consistorio, en el Vaticano el pasado jueves, el Papa Francisco recibió a cerca de cien participantes de la plenaria de la Congregación para el Clero.

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Francisco manifestó, en discurso, su alegría en poder dialogar sobre el ministerio ordenado y recordar «la promulgación de la nueva ‘Ratio Fundamentalis’, documento que habla sobre la formación integral, capaz de incluir todos los aspectos de la vida; y que indica el camino para formar al discípulo misionero».

Fascinación del llamado a la Vocación y responsabilidad

Reflexionando sobre la fascinación del llamado y sobre el compromiso que él exige, el Papa pensó sobre todo en los «sacerdotes jóvenes, que viven la alegría del inicio del ministerio, pero también el peso»:

«El corazón de un joven sacerdote vive entre el entusiasmo de los primeros proyectos y el anhelo de las fatigas apostólicas, en las cuales se sumerge con un cierto temor, señal de sabiduría. Él siente profundamente la alegría y la fuerza de la unción recibida, pero siente también gradualmente el peso de la responsabilidad, de los varios compromisos pastorales y las expectativas del Pueblo de Dios.»

Defensa de los jóvenes prejuzgados

El Santo Padre dijo que «muchas veces los jóvenes son juzgados de forma superficial y son etiquetados como generación líquida, sin pasiones e ideales».

«Ciertamente, existen jóvenes frágiles, desorientados, fragmentados o contagiados por la cultura del consumismo y el individualismo. Pero eso no debe impedirnos de reconocer que los jóvenes son capaces de apuntalar firmemente su vida y de implicarse con generosidad, de volver la mirada al futuro y ser un antídoto contra la resignación y la pérdida de esperanza que marca nuestra sociedad; de ser creativos y alegres, corajudos en el cambio, magnánimos en la dedicación a los otros o en la lucha por ideales como la solidaridad, la justicia y la paz. Con todos sus límites, ellos son siempre un recurso».

Sobre los sacerdotes jóvenes, además dijo el Papa:

«Dios mira para ellos con la ternura del Padre y no deja sus pasos vacilar. A sus ojos ustedes son importantes y Él sabe que estarían a la altura de la misión a la cual los llamó. ¡Cómo es importante que los sacerdotes jóvenes encuentren párrocos y obispos que los incentiven en esta perspectiva y no solamente los esperen porque es preciso cambiar y llenar los lugares vacíos!»

«Me alegro siempre cuando encuentro sacerdotes jóvenes, porque en ellos veo la juventud de la Iglesia. Por eso, pensando en la nueva Ratio, que habla sobre el sacerdote como un discípulo misionero en formación permanente, deseo indicar, sobre todo, a los sacerdotes jóvenes, algunos comportamientos importantes como: rezar sin cesar, caminar siempre y compartir con el corazón», dijo Francisco.

Rezar, rezar, rezar… para ser pescadores de hombres

El Santo Padre recomendó a los sacerdotes:

«Rezar sin cesar porque podemos ser ‘pescadores de hombres’ solamente si nosotros primeros reconocemos haber sido pescadores de la ternura del Señor. Nuestra vocación comenzó cuando, abandonada la tierra de nuestro individualismo y de nuestros proyectos personales, nos encaminamos para el santo viaje, entregándonos al Amor que nos buscó y a la Voz que hizo vibrar nuestro corazón. Así, como los pescadores de Galilea, dejamos nuestras redes agarramos aquellas que el Maestro nos entregó.»

Oración, trabajo, descanso

«Aquello que aprendemos en el tiempo del seminario, viviendo la armonía entre oración, trabajo y descanso, es un recurso precioso para enfrentar las fatigas apostólicas. Todos los días precisamos parar, colocarnos a la escucha de la Palabra de Dios y detenernos delante del Tabernáculo», recomendó el Papa.

«La oración, la relación con Dios, el cuidado de la vida espiritual dan alma al ministerio, y el ministerio da cuerpo a la vida espiritual: el sacerdote se santifica y santifica a los otros en el ejercicio concreto del ministerio, especialmente rezando y celebrando los Sacramentos.»

Peregrino en las estradas del Evangelio

«Caminar siempre, porque un sacerdote permanece siempre un discípulo, peregrino en las estradas del Evangelio y de la vida, mirando para el umbral del misterio de Dios y para la tierra sagrada del pueblo a él confiado. Por tanto, actualizarse siempre y permanecer abiertos a las sorpresas de Dios», subrayó el Papa Francisco.

No burócrata de la religión

En fin, «la vida sacerdotal no es una oficina burocrática o un conjunto de prácticas religiosas o litúrgicas para atender».

«Ser sacerdote significa arriesgar la vida por el Señor y los hermanos, cargando en la propia carne las alegrías y angustias del pueblo, dedicando tiempo y escucha para curar las heridas de los otros, ofreciendo a todos la ternura del Padre», dijo el además el Santo Padre.

«Los jóvenes no precisan de un profesional de lo sagrado o de un héroe que responda a sus preguntas. Ellos son atraídos sobre todo por aquellos que saben implicarse sinceramente en sus vidas, con respeto y oírlos con amor. Para eso, es preciso tener un corazón lleno de pasión y compasión por los jóvenes», afirmó el Papa para concluir. (JSG)

 

 

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