El peso de las cosas "sin peso"

Redacción (Miércoles, 26-09-2018, Gaudium Press) En nuestra sociedad con tantos trazos materialistas, en que el número, el tamaño, el precio imperan, se es llevado a valorizar casi exclusivamente lo palpable, lo concreto.

Entretanto sabemos que cosas como un consejo, un trato amable, una sonrisa, pueden ser decisivos cuando queremos hacer el bien, cuando deseamos que los hombres se dirijan a las cosas más elevadas, cuando queremos incutir ánimo para salir de situaciones difíciles.

Una experiencia científica vino a comprobar eso: el peso de las cosas aparentemente «sin peso».

Un equipo de científicos americanos (1) buscó evaluar los factores que contribuyen al crecimiento de los vegetales. Para tal plantaron pequeños vegetales en enormes macetas de buena tierra.

Después de algunos años retiraron los ya crecidos arbustos o pequeños árboles. Limpiaron cuidadosamente las raíces, de modo a que cualquier resquicio de tierra quedase en los vasos.

Los elementos que potenciaban las reacciones orgánicas eran solo tres: agua, aire y luz.

El experimento comprobó que el estopín de todo era… la luz solar. Esta determinaba la combinación de nuevos elementos a partir del agua, reaccionando con el aire para formar nuevos elementos «de peso» físico. La luz no ‘pesaba’, pero organizaba todos los procesos.

Vegetales semejantes, disponiendo del mismo suelo, de la misma agua y aire, pero sin luz solar, agonizaban y morían.

¿Por qué todo eso?

Porque para muchas persona hoy en día, solo cuenta lo palpable: el dinero, el conforto (cuando hay…), los bienes materiales, los placeres meramente animales… Hace falta el «Sol» del amor de Dios, de la confianza en Él que es Creador, Redentor y Padre.

Así también en nuestra vida. Somos seres mixtos de materia y espíritu, cuerpo y alma. En nuestro ser, tiene preponderantemente «peso» nuestra alma. Si la quitamos del «Sol» de la Verdad, del Bien y de lo Bello de Dios, ella marchita y «muere».

Vea usted lo que hizo una cosa casi impalpable: el aire.

Constate eso en el reciente súper-tifón en Filipinas: gran parte de un país casi totalmente destruido por el… aire…

¿Así, cuando nuestras vidas parecen debilitadas, anémicas, estériles, no será por falta del «Sol», o sea de Dios? Piense en eso. (JSG)

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(1) John Pfeiffer e René Dubos, «O raio de luz, fonte de energia vital», in «A célula», Ed Time-Life, 1964, tradução brasileira: Ed Livraria José Olympio Editora, Rio de Janeiro, 1968, p. 32 e ss.