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Redacción (Miércoles, 22-01-2020, Gaudium Press) En la narración de su vida se palpa el carisma salesiano, con aspectos muy de D. Bosco, y esa unión y confianza con Maria Auxiliadora, que siempre le auxilió en sus obras, incluso con milagros. Adentrémonos en esta maravillosa vida, basados en el escrito del P. Luis Pacheco, talleres Don Bosco, San José Costa Rica, 2004.
Sor María Romero Meneses nace en la ciudad de Granada-Nicaragua el 13 de enero de 1902.
Cuando tenía 10 años pudo conocer a Mons. Cagliero, Delegado Papal para Centro América, que fue el primer Obispo Salesiano y hombre muy allegado a San Juan Bosco; él le colocó su mano en su cabeza en señal de simpatía.
Siendo niña hace voto de castidad
Estudió con las Salesianas y al entrar a la secundaria casi muere por una grave enfermedad reumática, pero se curó. Se hizo Hija de Maria Auxiliadora y comenta que fue uno de los días más feliz de su vida: «me sentía en el cielo».
Estando en quinto de primaria hizo su voto de castidad frente al director del colegio, el P. Bottari, que también era su confesor. Bien se palpa que era una alma escogida y muy preservada.
En el noviciado recibe gracia mística impresionante
Estando en el Noviciado, después de una meditación del Evangelio, la maestra Sor Maria Zanatta les dice: id al sagrario y preguntad al Señor ¿quién soy yo para Ti? y escuchó que Nuestro Señor le respondió: «Tú eres la predilecta de mi Madre y la consentida de mi Padre», a lo que ella respondió ‘para ti Señor yo soy Maria Romero, tu amada’ (Pág.16).
Es enviada a San José donde hace la profesión de sus votos. Al llegar cerca de Maria Auxiliadora siempre le decía: «aquí estoy Jesús».
En 1935 se consagra como esclava de Jesús por las manos de Maria, según el método de San Luis María Grignion de Montfort. Ya no se pertenece a ella y sí a Nuestra Señora, y por eso la Madre del cielo fue todo para ella, como se ve en su vida, regada de gracias, ayudas y milagros.
Dr. Plinio: Quien es devoto de María Auxiliadora participa de la Omnipotencia Suplicante
El Prof. Plinio Correa de Oliveira en cierta ocasión al incentivar a sus hijos a la devoción a Maria Auxiliadora, comentaba que el bastón de mando que Nuestra Señora tiene en su mano derecha, es el símbolo de su poder que tiene ante su Hijo, como la «Omnipotencia Suplicante», que consigue todo lo que pide, y que el devoto de Ella cuando reza y confía participa de esa omnipotencia porque N. Sra. como que le entrega al fiel su propio bastón y alcanza todo, y eso se palpa en la vida de Sor María Romero.
Nuestra Señora siempre le auxilió en sus necesidades evangelizadoras
En 1967, escucha que el vecino de donde ellas vivían quería vender su casa esquinera. Sor María, sin tener dinero, le pide a su superiora permiso para comprar, pero ¿cómo? -María Auxiliadora nos conseguirá.
Habla con el dueño y concertan en el precio y les da un plazo de tres meses para el pago al contado. Ella gestiona un préstamo con un amigo del banco, pero todo indicaba que no lo aprobarían por no tener soporte económico. Hace una solicitud a nombre de María Auxiliadora como solicitante y contra toda expectativa se lo aprueban y pudo pagar y comprar la propiedad. Además acabaron pagando el préstamo antes mismo de la fecha de vencimiento porque le llegaban ayudas inesperadas, porque pedía y confiaba en Aquella que es la Reina de los ángeles y de los hombres (Pág. 75-6).
En otra oportunidad apareció un Mercedes Benz frente a la casa de la Virgen y un hombre importante le invitó a subir porque un amigo estaba muy mal de salud, para que lo fuera a ver y lo salvara. Llegó le ofreció interceder delante de Dios por él si es que le ayudaba en una necesidad económica grande en que estaba: concordó el enfermo, ella rezó, le alcanzó el milagro y el favorecido le entregó un jugoso donativo que estaba necesitando con urgencia para el pago de una de sus obras (Pág.104). Al conocerse el hecho le felicitaban y ella decía: ¡a mí no, a la Reina!
En la manutención de su oratorio, que asistía a familias pobres y niños, constantemente le llegaban ayudas para cubrir sus necesidades que siempre iban adelante. En una ocasión que tenía necesidad de pagar 500 colones de la época, por los gastos de la fiesta que había hecho, llegó el cobrador y conjuntamente una señora donante que le venía a dejar un sobre con esa misma cantidad, en la hora le pagó al acreedor.
A punta de oración y confianza fueron comprando las casas aledañas, el oratorio iba creciendo; llegaron a dar ayuda a 6000 niños, repartían ropa, comida, remedios. Qué gran obra material, pero como sucede con los santos, esa ayuda siempre va acompañada de una acción moral y religiosa.
Introdujo más de 10.000 cuadros del Sagrado Corazón y de María Auxiliadora en los hogares
Al mismo tiempo que desarrollaba una formación catequética, introducía el cuadro del Sagrado Corazón de Jesús y Maria Auxiliadora en los hogares con señoritas que le ayudaban y llegó a colocar hasta finales de 1951, 10.873 cuadros de María Auxiliadora y 11.490 del Sagrado Corazón de Jesús. ¡Qué bella labor misionera! Siempre afirmaba: dadme Señor almas y sacadme lo demás, que era una frase del propio San Juan Bosco.
Desde 1949 estableció entre los niños el rosario perpetuo y preparaba a los mismos para la Primera comunión.
Cruzada de la modestia
Ante la falta de pudor en el vestir de muchas señoritas y sobre todo por el furor de la minifalda que desató en su tiempo, realizó una cruzada para que vistiese decentemente. Muchas se fueron plegando hasta llegar a comprometerse 2443 muchachas.
Agua Milagrosa
Le pidió a Nuestra Señora que le hiciese milagros. Mandó escavar un pozo de donde brotó agua pura y potable, y la gente tomaba y empezaron las curas; hasta ahora los devotos toman y les hace bien.
Bilocación, y previó el futuro de varios
En varias oportunidades le vieron en dos lugares al mismo tiempo; ese fenómeno conocido como bilocación no era raro en ella.
También veía cosas del futuro. En una ocasión le dijo a un devoto ‘no vayas a Honduras’, ya que era un chofer de camión que viajaba por Centro América; se acabó enfermando y no fue, y el chofer que le remplazó fue asesinado en ese país.
En 1972 hubo un terrible terremoto en Managua en donde murieron miles de personas. Con dolor exclamaba Sor María: ¡qué terrible! Pero en el futuro éste país va a sufrir mucho más (Pág. 97) y los hechos así probaron, vino el comunismo, guerra civil y una verdadera persecución a la Iglesia que se mantiene; pero para ese entonces nuestra beata ya estaba en la eternidad.
Viajó a Turín y la Superiora General le pidió que contara sus experiencias en las varias comunidades donde fue, y produjo gran impacto.
Su muerte
En 1977 se sentía muy cansada y pidió para ir a visitar a sus hermanas en Granada y pasar unos días en el mar, en las Peñitas, estando en la ciudad de León tuvo un infarto cardíaco, y su cuerpo golpeó contra el lavamanos y murió. Antes de fallecer un pariente le preguntó que cuando muera dónde quería ser enterrada y respondió que en Costa Rica.
Ahí, en la Casa de la Virgen reposan sus restos mortales, es visitada por mucha gente. En el Pontificado de San Juan Pablo II fue beatificada a la espera de su canonización.
Ella es la única beata Nicaragüense-Costarricense que ha sido beatificada hasta ahora y junta el valor de estos dos pueblos: el empuje, la sociabilidad y el amor a Nuestra Señora propio de los «Nicas» y la calma, bondad y diplomacia de los Ticos.
Por Gustavo Ponce
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