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Redacción (Martes, 07-06-2016, Gaudium Press) La Catedral de Santa María de la Sede de Sevilla es la catedral gótica más grande del mundo. La multisecular Catedral española es, además, la tercera mayor Iglesia Católica del orbe, apenas superada por el Santuario de Ntra. Sra. Aparecida en el Brasil, y, por supuesto, por la Basílica de San Pedro, en Roma.
Sus altísimas bóvedas -que llegan a los 42 m de altura-, albergan tesoros de inmenso valor artístico e histórico. Entre ellos, los restos mortales de célebres personajes como el descubridor de las Américas, Cristóbal Colón y de varios Reyes de Castilla entre los que se destaca San Fernando III, quien en 1248 reconquistara Sevilla, incorporándola definitivamente a la Corona de la Católica España.
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| Catedral de Sevilla – Foto: Gustavo Kralj |
Sus quince portales, distribuídos en cuatro fachadas monumentales, dan acceso a 80 capillas internas donde en diversos momentos de su historia, las misas diarias llegaban al número de 500. (1)
En pleno siglo XXI, la majestuosa y espectacular Catedral Sevillana es todavía un irresistible polo de atracción para más de 1.300.000 visitantes anuales, quienes allí se congregan incesantemente para admirar la imponencia de sus bóvedas, retablos y altares.
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Una bella y soleada mañana de Abril, entre la multitud de visitantes también se encontrabanlos fotógrafos de Gaudiumpress, mientras cubrían los eventos de la Semana Santa Sevillana.
Uno de ellos, decidió echar una breve mirada atraves de las rejas que separan el altar mayor del presbiterio, para observar mejor los rasgos magníficos de la bellísima bóveda. Al cabo de unos momentos, le fue posible distinguir con claridad los detalles del monumental presbiterio coronado por la misteriosa presencia de sendos órganos laterales. En efecto, se trata de dos instrumentos gemelos, enfrentados en una simetría sorprendente, perfecta, casi irreal, que coronan la sillería reservada a los canónigos. Obra de Aquilino Mezúa en 1901, ambos órganos pueden interpretarse desde el mismo teclado, diseñado para comandar simultáneamente una potente sinfonía compuesta por ni mas ni menos que 7000 tubos.
Con la cámara entrelazada firmemente en la citada reja, y un poco de paciencia, fue posible capturar la imagen que ilustra el presente artículo.
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A traves de las magníficas melodías que emanan de los monumentales órganos de la Catedral Andaluza, la Voz de la Iglesia nos invita a contemplar un reflejo de las armonías indescriptibles que resonan en las vastitudes celestiales.
Simetría perfecta, belleza incomparable y majestad absoluta se entrelazan con gracia y delicadeza, para maravillar al visitante y envolverlo en el misterio inefable de la Presencia Eucarística, punto culminante y razón de ser de la Casa de Dios: «Hic Domus Dei est et porta Coeli…» «Esta es la Casa de Dios y Puerta del Cielo» (Gen 28:17)
Según narra la pintorezca tradición oral sevillana, fue ésta definitivamente la intención de los canónigos que edificaron el solar a finales del siglo XIII: «Hagamos una Iglesia tan hermosa y tan grandiosa que los que la vieren labrada nos tengan por locos: (…) Una tal y tan buena, que no haya otra su igual»(2) y como podemos ver… es difícil imaginar que no lo hayan logrado.
Por Gustavo Kralj
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(1) Larkin Dunton (1896). The World and Its People Vol. 5. Silver, Burdett. p. 289.
(2) Juan José Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla. «Una catedral para el siglo XXI» Alocución del arzobispo de Sevilla en el acto conmemorativo del XXV aniversario de la declaración del conjunto monumental Alcázar-Archivo de Indias-Catedral de Sevilla como Patrimonio de la Humanidad, el 11 de Diciembre de 2012.
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