Redacción (Martes, 23-10-2012, Gaudium Press) Tradición… esa palabra siempre me dejó un tanto intrigado. ¿Cómo algo del pasado, una costumbre, un modo de ser tiene el derecho de influenciar el presente?
– «Excuse me Sir, now is the five o’clock»
– ¿Y qué tengo que ver con eso? Puede ser cinco, ocho o diez, lo que quiero es ser atendido. Pensé, pero no hablé.
– Es que a las cinco de la tarde todos suspendemos por algunos instantes nuestras actividades, inclusive el atendimiento, para tomar el «té de las cinco» (five o’clock tea).
En fin, no me enojé, apenas intrigado. Además estaba de vacaciones, en el interior de Inglaterra, gozando de algunos pocos momentos de reposo que acostumbro tener, y no quería dañar mi descanso, peleando con un inglés.
Observé que, en todo comercio de la pequeña ciudad, las personas paraban, dejaban de lado sus quehaceres, desde los cotidianos hasta los de mayor relevancia, para vivir los pocos instantes de placer que una taza de té puede proporcionar.
Al final atendido, después de quince minutos de espera y curiosa observación, me dirigí al hotel donde estaba hospedado.
Allá llegando fui a satisfacer mi curiosidad. Encendí mi laptop, accedí a internet y pesquisé en google: «five o’clock tea». El resultado de mi búsqueda me hizo entender la costumbre, es más secular, firmemente seguida por los ingleses de tomar el «té de las cinco».
Lo ocurrido, simple, pero lleno de significado, tomó mi pensamiento toda la tarde.
Terminaron las vacaciones, y el viaje de retorno se hizo necesario.
Ahora, transcurridos algunos años del episodio arriba narrado, me pongo en contacto con una noticia que de él me hizo recordar:
Obispo inglés recomienda rezar en el lugar de trabajo.
Mons. Kieran Conry, Obispo de Arundel y Brighton, Presidente del Comité para la Evangelización de la Iglesia en Inglaterra y País de Gales, hizo una recomendación con el objetivo de preparar a sus diocesanos para la celebración del Año de la Fe: rezar públicamente en el trabajo, el primer viernes de cada mes.
Hasta aquí nada que nos recuerde el five o’clock tea… continuemos la lectura:
Para eso, Mons. Conry sugiere programar el despertador de los teléfonos celulares para tocar a las tres horas de la tarde…
¡Qué interesante! El prelado convocó a los fieles a una nueva práctica de piedad, a suspender sus actividades por algunos instantes. Podemos tener la libertad de, haciendo alusión a nuestro ya conocido «té de las cinco», llamar a este momento de oración como: three o’clock prayer (oración de las tres).
Continuando la lectura de la nota, un detalle apareció:
La sugerencia no constituye novedad, pues, afirma Mons. Conry, la costumbre de rezar en la hora en que Nuestro Señor expiró en la Cruz, forma parte de una tradición que en Inglaterra remonta al siglo XVII.
Five o’clock tea… thre o’clock prayer… siglo XVII… esas palabras me hicieron recordar la palabra colocada en cuestión al inicio de este artículo.
Y, a partir de entonces, entendí mejor su papel en la vida humana. Pasé a dar más valor a ella.
Tradición: este vínculo entre el pasado – no cualquier pasado, sino las cosas buenas del pasado – , y el presente, con vistas al futuro… !interesante!!!
Por Diego Alves
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