¿Papa Francisco sí y la Iglesia no? El extraño favoritismo de ciertos medios de comunicación

Redacción (Jueves, 30-01-2014, Gaudium Press) El mundo ha sido testigo de la notoria popularidad del Papa Francisco en la opinión pública mundial, no sólo entre los más de mil millones de católicos de todo el planeta, sino entre personas no creyentes o pertenecientes a otras religiones. Pero en medio de la notoriedad del Papa en los medios de comunicación internacionales se hace evidente con frecuencia una tendencia contradictoria en la información: la figura del Pontífice se interpreta como si estuviera en contradicción de la misma Iglesia que gobierna. ¿Papa Francisco sí y la Iglesia no?

El Papa Francisco, durante la Jornada Mundial del Juventud en Río de Janeiro. Foto: Gustavo Kralj / Gaudium Press.

La reciente publicación de un artículo de una revista norteamericana claramente secular -que exhibió la foto del Santo Padre en su portada- motivó del Portavoz de la Santa Sede, Padre Federico Lombardi, no una felicitación, sino una crítica a su contenido. «Es un signo de la atención que la novedad de Papa Francisco provoca en los ámbitos más diferentes», comentó diplomáticamente el sacerdote. «Desgraciadamente el mismo artículo se descalifica cayendo en el habitual error de un periodismo superficial».

El descontento del P. Lombardi fue causado por la comparación entre el Papa Francisco y Benedicto XVI, en la cual se criticaba el pontificado del Papa emérito «con una rudeza sorprendente», declaró el vocero. «Esta no es la forma de hacer un buen servicio ni siquiera al Papa Francisco, que sabe muy bien todo lo que la Iglesia debe a su predecesor». Sin embargo la crítica a Benedicto XVI tiene mucho más de fondo, ya que señalaba como negativa la posición de la Iglesia en temas morales y recordaba los escándalos causados por el comportamiento de algunos de sus miembros.

Alabar al Papa y condenar a la Iglesia

Este tratamiento del tema parece ser común en numerosas publicaciones. Se destacan del Papa Francisco elementos accidentales y de su estilo personal – sus frases más llamativas, el lugar en el que vive, sus llamadas telefónicas, las visitas realizadas, su contacto personal con niños y enfermos – que si bien expresan su espiritualidad no revelan la profundidad del contenido de sus enseñanzas. Los gestos más llamativos de caridad y afecto son descritos como directamente contrapuestos al comportamiento de Pontífices anteriores, aunque esto no corresponda a la realidad y los elementos de la doctrina de la Iglesia son en cambio mencionados para sugerir cambios y reformas, atribuidas al Santo Padre a través de aventuradas interpretaciones de algunas de sus frases.

El Cardenal Oscar Andrés Rodríguez ya había manifestado su preocupación por la interpretación que los medios seculares habían hecho de la entrevista concedida por el Pontífice a la revista jesuita Civiltá Cattolica en octubre de 2013. «Ciertos medios de comunicación han extrapolado algunas partes de la entrevista concedida a Civiltà Cattolica, que debe ser leída integralmente», señaló el purpurado, uno de los ocho seleccionados por el Papa para estudiar la posibilidad de reforma de la Curia Romana. «De lo contrario se puede malinterpretar el pensamiento del Papa y se corre el riesgo de hacer decir al Papa cosas que nunca dijo».

Algunas informaciones de prensa parecen conocer el pensamiento del Papa antes de que sea expresado. Un diario español en septiembre de 2013, por ejemplo, aseguró que el Papa Francisco consideraba crear una mujer cardenal. De esta información no se proveía fuente identificable alguna, ni ningún hecho posterior pareció aportarle crédito a la historia. El Consistorio del próximo 22 de febrero fue convocado y 19 Cardenales fueron designados sin ninguna novedad en la materia.

Las informaciones que elogian al Santo Padre son acompañadas de descripciones de la Iglesia poco honrosas. Expresiones como «el aparato herrumbroso de la maquinaria eclesial», y retratos de una jerarquía eclesiástica supuestamente alejada de la feligresía completan el cuadro negativo de una Iglesia juzgada como reaccionaria y anticuada.

Ante este panorama, se comprende la molestia del P. Lombardi ante los «elogios» de la prensa mundial al Romano Pontífice. Como bien lo describió, estas expresiones de afecto prestan un pobre servicio al Ministerio Petrino.

Miguel Farías / Gaudium Press.