Redacción (Jueves, 28-09-2017, Gaudium Press) Después de la muerte de Jonatán Macabeo, asumió el comando de la guerra de los fieles hebreos contra los enemigos de Israel su hermano Simón.
Esplendor del Templo
El impío Trifón, que mandara matar a Jonatán y sus dos hijos, ordenó que fuese asesinado el joven Rey Antíoco VI y ciñó la corona del reino de Siria. Gobernó durante aproximadamente cuatro años (1) y «provocó gran calamidad sobre la tierra» (I Mac 13, 32).
Simón Macabeo, que había sucedido a Jonatán en las funciones de Sumo Sacerdote así como de jefe civil y militar del pueblo, se declara partidario de Demetrio II y envía mensajeros a ese rey a fin de pedirle exención de impuestos para Judea, pues Trifón había cometido grandes rapiñas contra los israelíes. Demetrio II le respondió con una carta, concediendo la exención.
El nuevo comandante consiguió también expulsar a todos los sirios que, hace mucho tiempo, ocupaban la ciudadela de Jerusalén, localizada en el Monte Sión, al lado del Templo. Y, habiendo su hijo Juan alcanzado la madurez, lo nombró jefe de todas tropas de Israel (cf. I Mac 13, 54). Posteriormente, será este conocido como Juan Hircano o Hircano I.
Demetrio II partió con su ejército para la Media a fin de reclutar refuerzos para vencer a Trifón. Pero el Rey de la Media y de Persia lo venció y lo lanzó a la prisión. «Doce años más tarde, él recobró su libertad y su corona.» (2)
Entonces, Israel permaneció en paz durante aproximadamente tres años, de 141 a 138 a. C. «Dentro, el partido helenista había perdido toda su fuerza; fuera, Trifón estaba sobremodo ocupado en Siria, y Antíoco VII, hermano de Demetrio II, no había todavía manifestado sus pretensiones al trono.» (3)
Simón «eliminó a todos los impíos y malvados» (I Mac 14, 14), o sea, «los judíos helenistas, que deseaban la ruina de la nación».(4) Y contribuyó enormemente para el esplendor del Templo y el culto: «De gloria recubrió el lugar santo, del Santuario los accesorios multiplicó» (I Mac 14, 15).
Los romanos y espartanos le escribieron renovando el pacto de amistad, antes contraído con Judas y Jonatán.
Simón Macabeo es asesinado
El hijo de Demetrio I y hermano de Demetrio II se tornó Rey de Siria, con el título de Antíoco VII, y escribió a Simón confirmando la exención de impuestos concedida por sus antecesores. Y, habiendo reunido 128.000 hombres, comenzó a perseguir a Trifón y llegó a cercarlo totalmente en una ciudad marítima.
Entonces, Simón Macabeo envió a Antíoco VII «2.000 hombres escogidos para combatir a su lado, además de plata y oro y mucho equipamiento» (I Mac 15, 26). Entretanto, el rey sirio no quiso recibirlos y mandó un emisario a Simón, para decirle que debería devolver las ciudades que había conquistado y pagar los impuestos atrasados. O entonces entregar al monarca 35 toneladas de plata (cf. I Mac 15, 31). Si Simón Macabeo no concordase, Antíoco VII invadiría Judea.
Al llegar a Jerusalén, el emisario «pudo ver el lujo de Simón, el esplendor en oro y plata, rico mobiliario, quedando maravillado» (I Mac 15, 32). Simón le declaró haber apenas recuperado la tierra, que fuera injustamente ocupada por los enemigos de los judíos.
Delante de esa varonil actitud de Simón, Antíoco VII envió a Cendebeo, comandante en jefe de su ejército, para dominar Israel.
Entonces, Juan Hircano, uno de los hijos de Simón el cual ya se encontraba bastante anciano, tomó la delantera del contra-ataque, venció las tropas de Cendebeo y «retornó para Judea en paz» (I Mac 16, 10). «Hacía treinta años que los macabeos luchaban contra los sirios por la independencia de su pueblo.» (5)
Con todo, un tal Ptolomeo, yerno de Simón Macabeo y gobernador de Jericó, poseedor de mucho oro y plata (cf. I Mac 16, 11), pero dominado por el vicio de la soberbia, comenzó a ambicionar el dominio del país.
A pesar de su vejez, Simón recorría, juntamente con dos de sus hijos, el interior de Judea a fin de bien administrarla. Encontrándose él cerca de Jericó, Ptolomeo lo invitó para un banquete. En determinado momento, Ptolomeo con sus hombres armados se lanzaron contra Simón y sus hijos y los mataron. Eso ocurrió en el año 135 a. C.
Prontitud y vigor de Juan Hircano
Ptolomeo envió algunos hombres para asesinar a Juan Hircano, el cual vivía en Gazara. Y otros para tomar Jerusalén y el monte del Templo.
Avisado de esa infame traición, Juan consiguió prender a los hombres que habían venido para matarlo y los ejecutó. «Su prontitud y su vigor salvaron a su país de los horrores de la guerra civil y la humillación de recaer en poder de los sirios.» (6)
Posteriormente, Hircano recibió una carta de los romanos, un ‘senatus consultum’, o sea, un decreto con fuerza de ley, dándole plenos poderes sobre Israel. Él, que ya era Sumo Sacerdote desde la muerte de su padre, Simón Macabeo, se tornó oficialmente rey, con el título de Hircano I. (7) Surgió así la dinastía asmonea.
Los Libros de los Macabeos terminan con la narración respecto a Hircano I, fallecido en 104 a. C. Después de él, hubo hechos de enorme importancia en la Historia de Israel, que buscaremos sintetizar en los artículos subsecuentes.
Con el auxilio de Nuestra Señora, presentaremos una visión de conjunto del panorama en que nació Nuestro Señor Jesucristo.
Por Paulo Francisco Martos
1 – Cf. FILLION, Louis-Claude. La Sainte Bible commentée – Le premier Livre des Machabées. 3. ed. Paris: Letouzey et aîné.1923, p. 766.
2 – FILLION. op. cit., p. 771.
3 – Idem, ibidem, p. 771.
4 – Idem, ibidem, p. 772.
5 – Idem, ibidem, p. 785.
6 – Idem, ibidem, p. 788.
7 – Cf. DARRAS, Joseph Epiphane. Histoire Génerale de l’Église depuis la Création jusqu’à nos jours.Paris: Louis Vivès. 1869. v. IV, p. 33.
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