La respuesta que marcó para siempre los cielos de la Historia

Redacción (Jueves, 11-04-2019, Gaudium Press) Después de las entusiastas aclamaciones a Nuestro Señor, por ocasión de la Pascua, el odio de sus enemigos iba aumentando. Llegaron a montar una celada contra Jesús, el cual los desenmascaró mostrando su hipocresía.

Fariseos y herodianos se unen en contra de Nuestro Señor

Narra San Mateo:

«Los fariseos hicieron un plan para atrapar a Jesús en alguna palabra. Entonces mandaron a sus discípulos, junto con algunos del partido de Herodes, para decir a Jesús:

«‘Maestro, sabemos que es verdadero y que, de hecho, enseñas el camino de Dios. No Te dejas influenciar por la opinión de los otros, pues no juzgas a un hombre por las apariencias. Dinos, pues, lo que piensas: ¿Es lícito o no pagar impuesto al César?’

«Jesús percibió la maldad de ellos y dijo: «Hipócritas! ¿Por qué me preparáis una trampa? ¡Mostradme la moneda del impuesto!’

Le llevaron entonces la moneda.

«Y Jesús dijo: ‘De quien es la figura y la inscripción de esta moneda?’ Ellos respondieron: ‘Del César’. Jesús entonces les dijo: ‘Dad, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios'» (Mt 22, 15-21).

Llama la atención el hecho de los fariseos hayan enviado a sus discípulos «junto con algunos del partido de Herodes»(Mt. 22, 16), para presentar esa trampa al Divino Maestro.

Comenta Monseñor João Clá:

«Incluso cuando están en campos opuestos, es increíble la capacidad de los malos de unirse contra el bien. Los fariseos anhelaban la independencia y supremacía de Israel, y odiaban a los romanos; los herodianos apoyaban a familia de Herodes, que recibió su poder de los romanos.

«Así, aunque encarnizados adversarios, fariseos y herodianos se encuentran hermanados en este episodio, en busca de un fin común: el deicidio.»

El secreto del progreso

«Si Jesús optase por la obligación moral de pagar el impuesto exigido por los romanos, listas ya estaban las trompas de los adversarios para sublevar los israelitas contra Él, pues no era admisible un Mesías que se manifestase a favor de la sumisión al extranjero gentil.

«Por otro lado, si Jesús negase la legalidad del tributo, seria denunciado a las autoridades romanas, que por cierto lo condenarían a muerte.

«Jesús percibió la maldad de ellos y dijo: «Hipócritas! ¿Por qué Me preparáis una trampa?’ (Mt 22, 18).

«Que gran diferencia entre los métodos empleados respectivamente por el mal y por el bien! Los fariseos adulan para perder; Jesús increpa para salvar.»

Por fin, les dijo Jesús: «Dad, pues, al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios» (Mt 22, 21).

«Esta es la respuesta que se grabó para siempre en los cielos de la Historia. Quien utilizaba el dinero del César, que le pagase el impuesto debido, además teniendo en vista los beneficios proporcionados a Palestina por la administración romana.

«Y tratándose de una nación esencialmente teocrática, como era la judaica, se comprende la perplejidad en la cual muchos podían encontrarse. Sin embargo, había una situación, de hecho, de la cual no se podía prescindir.

«Las cosas de Dios y las cosas de la Tierra no deben ser antagónicas. Por el contrario, entre ellas debe haber colaboración. En la armonía entre ambas esferas, la temporal y la espiritual, está el secreto del progreso.»

Miniatura de la sociedad católica ideal

El tema de las relaciones entre el orden espiritual y el temporal fue muy analizado por el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira. Transcribimos algunas consideraciones hechas por él.

El orden espiritual dice al respecto a lo sobrenatural y a la salvación de las almas directamente: Es la Iglesia Católica con toda su acción en el mundo.

El temporal se refiere a la vida terrena, hecha para servir a la Iglesia y, por lo tanto, al orden espiritual. Temporal significa relativo al tiempo.

El orden temporal es pasajero; lel espiritual no tendrá fin.

El Estado es el elemento supremo de la orden temporal. Pero este alcanza también realidades, valores, aspectos de fundamental importancia.

Supongamos un escritorio de contabilidad. «Si fuera bien organizado, expresando el orden natural, según la verdadera Moral que es la Moral católica, cristiana, él tiene una perfección y una excelencia donde la rutilación del alma humana se presenta entera. Y, por el alma humana, se sube hasta Dios.

«Cualquier persona que sea director o subordinado en un orden de esos, y tenga la intención de organizarlo de esa manera, presta, del punto de vista simbólico, un acto insigne de colaboración a la Iglesia en la orden del amor de Dios.
Hace una acción de apostolado.

«Un ejemplo muy característico es el de un granjero con sus colonos, sus funcionarios administrativos y las respectivas familias.

Él puede formar un como que un pequeño pueblo tan católico que sea miniatura de la sociedad católica ideal. Es una minúscula sociedad temporal, encajada en la sociedad muy mayor; es una célula viva de la sociedad temporal.

«Esa miniatura de la sociedad católica ideal debe procurar – y destaco este punto – desenvolver sus aspectos simbólicos, de modo a reflejar los atributos de Dios.

«Me refiero especialmente aquí a la cuestión de la forma de la autoridad – majestuosa, paternal, justa -, muy propia a despertar el amor de Dios.»

El orden temporal del Reino de María

Afirmó Nuestra Señora en Fátima que, después de los castigos infligidos al mundo, vendrá el triunfo de su Inmaculado Corazón. Para que ese triunfo sea autentico y efectivo, nacerá una orden la cual refulgirá en los tres puntos capitales más odiados por la Revolución gnóstica e igualitaria, que visa destruir la Santa Iglesia:

* «Un profundo respeto de los derechos de la Iglesia y del Papado y una sacralización, en toda la extensión de lo posible, de los valores de la vida temporal, todo por oposición al laicismo, al interconfesionalismo, al ateísmo y al panteísmo, bien como a sus respectivas secuelas;

* Un espíritu de jerarquía marcando todos los aspectos de la sociedad y del Estado, de la cultura y de la vida, por oposición a la metafísica igualitaria de la Revolución;

* Una diligencia en el detectar y en el combatir el mal en sus formas embrionarias o veladas, en fulminarlo con execración y nota de infamia, y en punirlo con inquebrantable firmeza en todas sus manifestaciones, y particularmente en las que atentaren contra la ortodoxia y la pureza de las costumbres, todo por oposición a la metafísica liberal de la Revolución y a la tendencia de esta a dar libre curso y protección al mal.»

Pidamos a Nuestra Señora la gracia de estar enteramente unidos a Ella y su Divino Hijo, y desear con ardor la implantación del Reino de María.

Por Paulo Francisco Martos

( in «Noções de História Sagrada» -189)
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1- CLÁ DIAS, João Scognamiglio. EP. O inédito sobre os Evangelhos. Vaticano: Libreria Editrice Vaticana; São Paulo: Instituto Lumen Sapientiae, 2013, v. II, p. 404.407-408 passim.
2 – CORRÊA DE OLIVEIRA, Plinio. Uma realidade mais vasta que o Estado. In revista Dr. Plinio, São Paulo. Ano V, n. 57 (dezembro 2002), p. 21.
3 – CORRÊA DE OLIVEIRA, Plinio. Revolução e Contra-Revolução. 5. ed. São Paulo: Retornarei. 2002, p. 99.