Roma (Jueves, 23-04-2020, Gaudium Press) Tras recuperarse en el hospital del Covid-19 el Vicario del Papa para la Diócesis de Roma, Cardenal Angelo De Donatis, ha dirigido una carta a toda la comunidad eclesial de la Ciudad Eterna invitándole a vivir este tiempo de oscuridad bajo la luz de la Palabra de Dios y comunicando la esperanza del Evangelio.
«Con esta carta deseo reflexionar con ustedes sobre el tiempo que vivimos. ¡Todo ha sido imprevisto y repentino! Como saben, también yo he estado enfermo en el hospital: una herida que me ha permitido sentir una profunda comunión con quién ha estado tocado en varios niveles de la pandemia del coronavirus. Lo que pretendo hacer es ofrecer algunas claves de lectura, desde la fe, para descubrir el verdadero sentido de aquello que nos ha ocurrido», escribe el purpurado para luego señalar:
«Tenemos todos la necesidad de parar, en este momento de oscuridad, y encender la luz de la Palabra de Dios para reflexionar y comprender».
«Continuamos la misión de evangelizar y de servir a nuestros hermanos, de comunicar a ellos la esperanza del Evangelio, a partir de un crecimiento interior»: Card. De Donatis / Foto: Rebebba Peterson-Hall por Unsplah. |
Retomando las palabras del Papa Francisco en la noche del Sábado Santo, el Cardenal hace una comparación: «Nos encontramos con las puertas cerradas, encerrados en casa, como los apóstoles: somos la Iglesia en el Cenáculo del Sábado Santo. Somos la Iglesia que, desconcertada ante el dolor de la muerte improvisa de tantas personas, se ha blindado en casa, empujada por el miedo de encontrar a los otros».
De Donatis reflexiona que ante una situación como esta «vivimos una suerte de parálisis eclesial, en la cual el Resucitado, atravesando nuestras puertas cerradas, nos quiere encontrar».
Refiriéndose a los discípulos de Emaús, el purpurado dice que en esta situación de devastación «también nosotros custodiamos la fe que Cristo está vivo y que la acción del Espíritu Santo hace germinar cosas inéditas e inesperadas».
Escribe además, que esta cuaresma se ha vivido de manera extraordinaria, «no sólo por la capacidad de resiliencia y de cambio», sino por una circunstancia más profunda: «en realidad hemos vivido radicalmente el Misterio Pascual de la Muerte y Resurrección. Lo hemos tocado con la mano», expresa.
En este sentido, el Cardenal De Donatis llama a hacer de esta experiencia ocasión para «anunciar el Evangelio dentro de la vida concreta de nuestra gente».
«El Señor no puede a ayudar a simplificar la tarea, metiéndonos en las condiciones de ir a las raíces de la fe: se trata de la Pascua. Es esta la buena noticia que cambia todo el resto. Nuestro camino de fe -personal y de la diócesis- no puede ser llevado más decididamente a su raíz: debemos tener aquel centro que es la Pascua», agrega el purpurado.
El Vicario del Santo Padre concluye la misiva reflexionando ante una pregunta: ¿Cuándo podremos regresar a la normal vida parroquial, a la liturgia dominical con el concurso de todo el Pueblo de Dios?, ante lo cual De Donatis responde:
«Por ahora no estamos en grado de preverlo, podemos sólo esperar a que ocurra muy pronto (…) Los invito a no esperar inertes. Pero con un cierto sentido de anticiparlo: como las mujeres en el Sábado Santo, como Israel en la vigilia de Pascua. En los modos que son posibles, continuamos la misión de evangelizar y de servir a nuestros hermanos, de comunicar a ellos la esperanza del Evangelio, a partir de un crecimiento interior».
Con información de la Diócesis de Roma.
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