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El clamor de reabrir los templos y permitir Eucaristías públicas es especialmente válido en diócesis sin casos de coronavirus.
Los fieles filipinos extrañan y desean retornar a los templos. Foto: Shankar S.
Manila (04/05/2020 12:41:20, Gaudium Press) El P. Elias L. Ayuban, Jr., CMF, JCD, Superior Provincial de los Misioneros Claretianos de la Provincia de Filipinas y Miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Superiores Mayores en Filipinas (AMRSP), dedicó un artículo de opinión a respaldar el clamor para reabrir los templos en varias regiones del país. El escrito, publicado por el informativo de la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas, CBCP News, reafirma la necesidad de retomar el apostolado en áreas sin casos reportados de coronavirus.
El sacerdote indicó que ha sido consultado en su condición de experto en Derecho Canónico sobre alternativas para acercar los sacramentos a los fieles en medio de las medidas de aislamiento social, así como sobre la suspensión de Eucaristías públicas y otras celebraciones. El Superior se ha desempeñado como abogado canónico en la Congregación del Vaticano para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica y profesor de derecho canónico en el Claretianum de Roma. El P. Ayuban compartió, por tanto, su opinión personal que «no intenta en forma alguna socavar ni mucho menos contradecir las normas civiles y eclesiásticas existentes».
Reabrir templos en áreas sin coronavirus
«En las provincias donde no hay ningún caso reportado de COVID-19 positivo, soy de la opinión de que la celebración de las Misas públicas y otras liturgias debe reanudarse gradualmente», declaró el Superior, si bien afirmó que se pueden respetar indicaciones de prevención como la distancia entre los fieles o no tocar las imágenes. «Si se permite ir al mercado o al supermercado, donde el distanciamiento social es más difícil de implementar, no veo ninguna razón predominante por la cual una reunión organizada los domingos en una Catedral o en una iglesia parroquial espaciosa, donde la separación física se pueda ejecutar fácilmente, no se permita».
El P. Ayuban recordó que iniciativas como aumentar el número de Eucaristías puede reducir el número de fieles presentes en cada celebración. Esta idea ya fue formulada en Polonia como parte de las medidas de prevención de la pandemia (ver noticia anterior). El sacerdote recordó que los fieles » obtienen su principal alimento espiritual» de la Eucaristía. Se necesita la ayuda de las riquezas espirituales de la Iglesia para vivir como cristianos.
«La salvación de las almas es la ley suprema»
«Ya es hora de reabrir las puertas de nuestras iglesias para que la gente ore», propuso el Superior. «Si bien es cierto que podemos rezar en cualquier lugar, no hay lugar como la iglesia y ninguna celebración como la Eucaristía». El P. Ayuban recordó las palabras del Papa Francisco en su homilía del 17 de abril: «Una familiaridad sin comunidad, sin pan, sin la Iglesia, sin la gente, sin los sacramentos es peligrosa».
El sacerdote reconoció que las restricciones están de acuerdo con las normativas civiles. Sin embargo, afirmó que «la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas y los Obispos individuales pueden negociar y participar porque el derecho a la adoración está en juego». Mientras llega la reapertura de los templos, el Superior propuso habilitar la administración de la sagrada comunión a los feligreses sanos.
«Creo que este es un momento privilegiado para evangelizar y ser evangelizado, y para demostrar el rostro misericordioso de la Iglesia institucional», concluyó el P. Ayuban. «Me temo que podríamos perder la rara oportunidad si no revisamos nuestras posiciones, teniendo en cuenta que ‘la salvación de las almas es la ley suprema'».
Con información de CBCP News.
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