miércoles, 01 de mayo de 2024
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Argentina y la Iglesia celebran la canonización de Mamá Antula, ayer en la Basílica de San Pedro

Encargados de presentar la biografía oficial de la Santa, durante la ceremonia, el Cardenal Marcello Semeraro y la Dra. Silvia Correale, laica argentina, postuladora de la causa de canonización de la nueva bienaventurada.

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Redacción (12/02/2024, Gaudium Press) Ayer, domingo 11 de febrero fue canonizada en la Basílica de San Pedro María Antonia de San José de Paz y Figueroa, más conocida como Mamá Antula, la primera santa argentina.

La imagen utilizada en la misa de canonización es copia del cuadro pintado por José de Salas. Esta obra fue realizada después de la muerte de la santa en 1799, pues en vida ella no permitió nunca que la retrataran.

Encargados de presentar la biografía oficial de la Santa, durante la ceremonia, el Cardenal Marcello Semeraro y la Dra. Silvia Correale, laica argentina, postuladora de la causa de canonización de la nueva bienaventurada.

Después de la lectura de la biografía, el Papa empleó la fórmula solemne definiendo como Santa a la “beata María Antonia de San José de Paz y Figueroa y la inscribimos en el Catálogo de los Santos, estableciendo que en toda la Iglesia sea honrada devotamente entre los santos”.

En su homilía Francisco destacó que Mama Antula “involucró a un sinfín de personas y fundó obras que perduran hasta nuestros días. Pacífica de corazón, iba ‘armada’ con una gran cruz de madera, una imagen de la Dolorosa y un pequeño crucifijo al cuello que llevaba prendida una imagen del Niño Jesús”. Recordó igualmente que la santa argentina solía decir que “la paciencia es buena, pero es mejor la perseverancia”, e instó a que su ejemplo y su intercesión “nos ayuden a crecer en la caridad según el corazón de Dios”.

Proceso hacia la canonización

Para arribar a la canonización, la Iglesia verificó la realización de dos milagros realizados por intercesión de Mamá Antula.

El primero fue en 1904, cuando una de las hermanas Hijas del Divino Salvador, Rosa Vanina, fue curada de una colecistitis aguda con shock séptico -enfermedad potencialmente mortal aún hoy- sin que la ciencia pudiera explicarlo cuando las hermanas rezaron por su restablecimiento con reliquias de la santa. Este milagro sirvió para su beatificación.

El segundo fue la curación de Claudio Perusini, un santafesino que había sido alumno de Jorge Bergoglio y en 2017 sufrió un accidente cerebrovascular que lo dejó en estado vegetativo. Los estudios señalaron que le produjo un ictus isquémico con infarto hemorrágico, coma profundo y shock séptico con fallo multiorgánico. Una tomografía indicó, además, un infarto extenso del tronco encefálico.

Para los médicos, no había cura posible: o quedaba así por meses o años, o moría en el corto plazo. Hasta que un amigo suyo, jesuita, llevó una estampita de Mama Antula al hospital Cullen, donde se encontraba, y le rezó pidiendo un milagro. El milagro se produjo: el cuadro de Perusini se revirtió totalmente.

Ahora la laica jesuita, nacida en 1730 y muerta en 1799, que recorrió 4.000 kilómetros descalza en el siglo XVIII para llevar las enseñanzas de San Ignacio de Loyola, el fundador de la Compañía de Jesús -aún cuando la orden había sido prohibida por el rey Carlos III de España- se convirtió en la primera santa argentina.

Con información de Aica / Infocatólica

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