Menú 
El Papa Francisco enfatiza la importancia de permanecer siempre enfocados en la luz de Jesús, ya que esa es nuestra misión. Estamos llamados a ser cristianos en el camino de la vida.
Foto: Vatican News
Redacción (26/02/2024, Gaudium Press) A pesar de haber cancelado sus audiencias el día anterior debido a una leve gripe, el Papa Francisco se propuso aparecer ayer domingo en la ventana del Palacio Apostólico para rezar el Ángelus y hacer algunas Reflexiones sobre el Evangelio del día, que narra el episodio de la Transfiguración de Jesús.
“Después de anunciar su Pasión a sus discípulos, Jesús toma consigo a Pedro, Santiago y Juan, sube a un alto monte y allí se manifiesta físicamente con toda su luz, revelándoles el significado de lo que habían vivido juntos hasta ese momento”, destacó Francisco.
La predicación del Reino, el perdón de los pecados, las curaciones y los signos realizados, continuó el obispo de Roma, fueron en realidad “chispas de una luz mayor: la luz de Jesús, la luz que es Jesús”. Una gracia a la que se aferraron los discípulos de Cristo. Desde esta luz, dijo el Santo Padre, “los discípulos nunca más deben mirar hacia otro lado, especialmente en tiempos de prueba como los que se acercan a la Pasión”.
Francisco invitó a los fieles a no apartar nunca los ojos de la luz de Jesús, porque, como cristianos en el camino de la vida, “estamos llamados a tener siempre ante nuestros ojos el rostro luminoso de Cristo”, a “abrirnos a la luz de Jesús”, que es “amor y vida sin fin”. A modo de ejemplo, el Papa evoca la actitud de los campesinos del pasado que, mientras araban los campos, fijaban la mirada en un punto preciso que tenían delante y, con la vista fija en la meta, trazaban surcos rectos.
Buscando el rostro de Jesús en medio de las dificultades
En los caminos a veces tortuosos de la vida, debemos buscar su rostro, “lleno de misericordia, fidelidad y esperanza”, aconsejó el Papa. “La oración, la escucha de la Palabra, los Sacramentos, especialmente la Confesión y la Eucaristía, son ayudas importantes”.
Y como propósito para este tiempo de Cuaresma y de conversión, el Pontífice sugirió que todos “cultivemos una mirada atenta, nos convirtamos en ‘exploradores de la luz’, exploradores de la luz de Jesús en la oración y en las personas”.
Para concluir, el Papa instó a los fieles a reflexionar interiormente: “En mi camino, ¿tengo los ojos fijos en Cristo que me acompaña? Y para ello “¿doy espacio para el silencio, la oración y la adoración? Finalmente, “¿busco cada pequeño rayo de luz de Jesús, reflejado en mí mismo y en cada hermano y hermana que encuentro? ¿Y recuerdo darle las gracias por eso?”
Deje su Comentario