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Hoy despierta el dorado león, / después de un largo sueño, / ha destruido al siniestro dragón, / quien ha tres días, fue cordero.
Foto: Mika Brant en Unplash
Redacción (31/03/2024 14:13, Gaudium Press)
Despierta el León
Hoy despierta el dorado león, / después de un largo sueño, / ha destruido al siniestro dragón, / quien ha tres días, fue cordero.
«Ego sum», y les postró por tierra, / cual serpientes se arrastraban sus captores, / al escuchar el rugido de guerra, de quien por propia voluntad se entrega, / y es el Señor de Señores.
Pensaban derrotada su presa, / cuando le vieron cual cordero al matadero, / pero no contaban con la inaudita sorpresa… / ¡Como león se levanta, el invicto guerrero!
Muriendo el que es la Vida, / dio así la vida a los muertos. / Oscuridad siempre vencida, / ¡Nada puedes contra el resurrecto!
Tiemblen los enemigos de la Santa Iglesia, / que cuando un cordero se entrega, / un magnífico león se despierta. / ¿Y quién pondrá detener al Rey, / cuando en majestad y santa ira venga?
Acercándose al lecho mortuorio, / de la mano levantando a su mística esposa, / soplando en su triste rostro, transitorio, / al oído le dirá la siguiente prosa:
Despierta Amada mía, que llegó la hora, / de dar lo suyo a los impíos, / lo que han merecido por su iniquidad, / al deformar tu rostro pío.
¡Mirad que ya avanza el león, / trayendo la victoria del cordero! / Día en que resucita la Iglesia, / gloriosa aurora de un nuevo reino.
Por J. V. Irwing
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