viernes, 03 de mayo de 2024
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Bruselas, donde reunión conservadora fue acosada por la ‘policía del pensamiento’ de un alcalde

El martes un alcalde en Bruselas acosó con la policía una reunión de los Conservadores Europeos a la que asistía el Cardenal Müller. El purpurado recordó quien es el funcionario acosador.

HY Gerhard Ludwig Muller

Foto: Wikipedia

Redacción (20/04/2024, Gaudium Press) Cuando el Cardenal Gerhard Müller llegó al encuentro, ya lo impresionó el cordón policial, pero no imaginaba cuál era el verdadero sentido de ese despliegue de fuerzas.

Todo ocurrió el pasado martes 16.

Se trataba de la Conferencia de los Conservadores Europeos “NatCons”, en Bruselas, una reunión de y para personas de una determinada inclinación ideológica, como ocurren infinitas en todo el mundo, pero esta vez en la sede del legislativo del Viejo Continente.

Entre tanto la presencia policial era desproporcionada a una mera instrucción para proteger el evento. Era algo más.

Resulta que el alcalde del barrio de Saint-Josse-ten-Noode y diputado socialista de Bruselas, Emir Kir, había dado la orden de clausurar la Conferencia: “La extrema derecha no es bienvenida… la visión [de NatCon] no es solo éticamente conservadora (por ejemplo, hostilidad a la legalización del aborto, a las uniones homosexuales, etc.) sino que también se centra en la defensa de la ‘soberanía nacional’, que implica, entre otras cosas, una ‘soberanía euroescéptica’”, dijo el alcalde, como motivación para la clausura.

La policía, pues, que fungía así como “policía del pensamiento” en manos del alcalde de siniestra, procedió a cerrar la entrada donde se desarrollaba el acto, por vuelta de las 12:30 horas.

Afectados, además de los asistentes, algunas de las personalidades invitadas, como el primer ministro húngaro Orbán, el ex-primer ministro polaco Morawiecki, la ex ministra conservadora del Interior Suella Braverman, además del Cardenal Müller, entre otros.

Ante el escándalo, que ya había adquirido dimensiones internacionales, el primer ministro belga De Croo salió a la palestra afirmando que la intervención policial había sido “inaceptable”, pues “la prohibición de reuniones políticas es inconstitucional”. Reacciones más fuertes de desconcierto mostraron la primera ministra italiana Meloni y el primer ministro británico Sunak. Viktor Orban tuvo tiempo para poner su propia nota ‘de humor’ ante los hechos, apuntando que lo ocurrido lo anima a continuar su batalla contra la “democracia iliberal” de Bruselas, capital no solo de Bélgica sino también sede del Consejo Europeo, la Comisión Europea, el Parlamento Europeo…

Indignada reacción del Cardenal Müller

Menos polite y más indignado con los hechos se mostró después el Cardenal Müller, y también más informado. El Cardenal alcanzó a ingresar y pudo dirigirse a quienes habían llegado temprano y no se les bloqueó la entrada, por lo que consiguió “discutir públicamente la idea de la Europa cristiana con un profesor de filosofía de la Universidad de Cambridge”, conversación a la que había sido invitado en calidad de teólogo.

En declaraciones publicadas en Kath.net el purpurado de Maguncia calificó a quienes promovieron y aplaudieron la clausura de la Conferencia como “activistas fascistas de izquierda [que] acogieron con entusiasmo la retirada del derecho básico a la libertad de reunión de los organizadores, participantes y ponentes de este congreso internacional y multicultural”.

Aprovechó el purpurado para revelar agudos detalles del ‘prontuario’ extremista del alcalde Kir: “En su frenesí de victoria sobre los cientos de visitantes, a los que difamaron como “derechistas” y “nazis”, pasaron por alto el hecho de que el alcalde local responsable, responsable de la instrumentalización ilegal de la policía, incluso había sido expulsado de del partido socialista porque, como informan los medios de comunicación, habría negado el genocidio armenio y tendría una relación poco clara con grupos terroristas en Turquía”.

Por lo demás, el Cardenal Müller volvió a enfatizar que “la tradición judeocristiana de Europa es el mejor remedio contra el ataque a los derechos humanos fundamentales y el deslizamiento de las democracias pluralistas hacia un sistema de gobierno totalitario”, algo que ya más que un peligro es un hecho, en Europa, en la Bruselas del alcalde socialista Kir.

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