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Phnom Penh (Sábado, 11-05-2013, Gaudium Press) Las reliquias de Santa Teresa de Lisieux, Doctora de la Iglesia y Patrona de las Misiones, continúan recorriendo el mundo que deseaba evangelizar desde el silencio de su monasterio. Después de la visita a Filipinas, los restos de la Santa visitan actualmente Camboya, un país que sufrió una devastadora persecución religiosa y política y donde la Iglesia resurge con apenas 25 mil creyentes en una población de 12 millones de habitantes.
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| La Iglesia en Camboya se congrega para venerar a Santa Teresa de Lisieux. Foto: Asia News. |
Según informó la agencia Asia News, las reliquias comenzaron el recorrido por el país el 04 de mayo en Taingkauk, un pequeño poblado ubicadoa 100 kilómetros de la capital de notable importancia para la Iglesia Católica. En este lugar estuvo preso el primer Obispo Camboyano, Mons. Joseph Chhmar Salas, quien murió de hambre, aquejado de enfermedades y padeciendo las terribles condiciones de su cautiverio, en septiembre de 1977.
Habiendo sido ordenado Obispo en 1975, Mons. Chhmar Salas fue una de las dos millones de personas asesinadas por el régimen maoista bajo las órdenes de Pol Pot, en uno de los peores genocidios de la historia. La religión y la cultura desaparecieron por completo en la revolución comunista de los jemeres rojos y se calcula que un cuarto de la población del país fue exterminada.
Más de tres mil fieles se congregaron en el lugar de prisión de Mons Chhmar Salas, donde el Vicario Apostólico para Camboya, Mons. Olivier Schmitthaeusler, presidió una Eucaristía. Las reliquias de Santa Teresa de Lisieux fueron puestas para la veneración de los fieles sobre la cama del prelado, que se conservó milagrosamente intacta y sobre la cual el Obispo celebraba en secreto la Eucaristía.
El monasterio Carmelita de Phnom Pehn, construido en 1861, fue tomado durante la persecución en 1975, pero se encuentra nuevamente en servicio gracias a un grupo de seis religiosas de Corea del Sur que lo habitan actualmente.
Con información de Asia News.
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