Arzobispo Castrense de Estados Unidos hizo un llamado a las vocaciones para el apostolado entre los militares

California (Martes, 23-04-2013, Gaudium Press) Mons. Timothy Broglio, Arzobispo de los Servicios Militares en Estados Unidos, hizo un llamado a los católicos a servir a Dios en la atención pastoral del ejército, que representa un ambiente con gran necesidad de sacerdotes. «Aproximadamente un cuarto de los hombres y mujeres que usan uniforme son católicos», expresó el prelado a National Catholic Register, «y no tenemos cerca suficientes capellanes para tal número de personas».

Padre Fryer Edward Gorman celebra en una base militar en Irak. Foto: US Marine Corps.

Según expuso el informativo, el número de capellanes activos ha decrecido desde 2001, año del ataque a las Torres Gemelas en Nueva York, mientras que la actividad militar del país ha aumentado notablemente. «Somos un país en guerra», aseguró Mons. Broglio, «y la necesidad de capellanes militares es muy grave». Actualmente se trabaja en un programa vocacional que permite convenios con una diócesis territorial para formar a los seminaristas que se convertirán en capellanes militares.

Las vocaciones a la capellanía castrense también se buscan entre los hombres en servicio. El mes de marzo un grupo de 26 miembros de los cinco brazos de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos hicieron un retiro en el Seminario de San Patricio en California, para discernir si están llamados a esta vocación. «La fuente más grande de vocaciones es la vida militar», explicó el Arzobispo. «Cerca de una de cada 10 ordenaciones son de hombres que tuvieron servicio militar previo».

El primer prelado en implementar la pastoral vocacional entre los militares y sus familias fue el Cardenal Edwin O’Brien, Arzobispo Emérito de los Servicios Militares. «Al reconocer la gran necesidad de sacerdotes», continuó Mons. Broglio, «mi predecesor, Cardenal O’Brien, dispuso asignar un director de vocaciones y eso incrementó el número de seminaristas co-patrocinados de siete a 34».

Los sacerdotes que han sido llamado al apostolado castrense en Estados Unidos completan su formación en una Diócesis territorial, donde sirven durante tres años después de su ordenación, y después se comprometen a servir en las Fuerzas Armadas durante un tiempo determinado. Algunos de ellos eligen servir en esta forma por un período de 20 años.

Con información de National Catholic Register.