Único católico en Academia Naval de Tailandia comparte sencillo y auténtico testimonio de fe

Bangkok (Miércoles, 17-04-2013, Gaudium Press) «¿Y en qué momento descansa?» preguntan sus compañeros al joven Pakapol Thong-Umpai, único recluta católico en la Escuela Naval de Tailandia. El aspirante a Oficial, de 18 años de edad, dedica su tiempo de descanso a las actividades parroquiales con niños en la Diócesis de Ratchaburi. «La alegría de los niños es mi alegría», responde Thong-Umpay.

La vida en la marina no significa una menor espiritualidad para Pakapol Thong.Umpai, único fiel católico en la Escuela Naval. Foto: NRS.

Este joven no sólo es el único católico en medio de una institución naval casi totalmente constituida por budistas. Es, además, el miembro más joven de la Comisión Diocesana para la Evangelización. Su fe está firmemente cimentada y antes de comenzar su carrera naval, dedicó un tiempo al discernimiento vocacional, completando varios años de estudios en el Seminario.

«Mi padre es un doctor católico», comentó el joven en una entrevista con el director de las Sociedades Misioneras Pontificias en Tailandia, P. Watchasin Kritjaroen para un canal televisivo. «Mi madre es una enfermera budista y soy hijo único». Su familia vive en la zona atendida por la Parroquia del Sagrado Corazón, y donde funciona un centro diocesano para la Evangelización.

Gracias al trabajo de catequistas y profesores, el joven Pakapol abrazó tempranamente la fe católica. Uno de sus recuerdos de este acercamiento fue el obsequio de uno de sus profesores: «una pequeña estatua de Nuestra Señora de Fátima, diciéndome que era un regalo por asistir a Misa». Posteriormente, asistió al Seminario, del cual admiró «la habilidad de poder vivir en contacto cercano como hermanos».

Una vez discernió que no estaba llamado al sacerdocio, eligió el servicio en la Fuerza Naval, manteniendo una relación estrecha con la Iglesia. «Ser un miembro de la Marina no significa que sea menos espiritual», explicó el joven. «Mi fe en Dios permanece firme y es una forma de dar testimonio de Él entre amigos de diferentes religiones».

Siendo el único fiel católico, sus compañeros le han expresado su respeto ya que, según le afirman, «tengo el valor de dar testimonio de ser católico». Cada noche, antes de dormir, refiere, «oro, primero que todo para ser siempre un buen hijo de Dios, luego recuerdo a mis padres… y por mis amigos y todas sus almas», comentó con naturalidad.

Con información de Asia News.