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¿Por qué la Iglesia guarda el Domingo y no el Sábado?

Redacción (Lunes, 28-01-2013, Gaudium Press) ¿Por qué la Iglesia guarda el Domingo y no el Sábado? La respuesta a esta cuestión es algo que a muchas personas les gustaría saber. Publicamos hoy una explicación ofrecida por el Profesor Felipe Aquino:

1.jpgEl motivo más importante es que Jesucristo resucitó en el Domingo, inaugurando la «nueva Creación» liberada del pecado. Así el Domingo (= dominus, día del Señor) es la plenitud del Sábado judaico. Sabemos que el Antiguo Testamento es una figura del Nuevo; el Sábado judaico es una figura del Domingo cristiano. El Catecismo de la Iglesia así lo explica: §2175 – «El domingo se distingue expresamente del sábado, al que sucede cronológicamente cada semana, y cuya prescripción litúrgica reemplaza para los cristianos. Realiza plenamente, en la Pascua de Cristo, la verdad espiritual del sábado judío y anuncia el descanso eterno del hombre en Dios. Porque el culto de la ley preparaba el misterio de Cristo, y lo que se practicaba en ella prefiguraba algún rasgo relativo a Cristo (cf 1Co 10, 11)».

Los Apóstoles celebraban la Misa «en el primer día de la semana»; esto es, en el domingo, como vemos en At 20,7: «En el primer día de la semana, estando nosotros reunidos para la fracción del pan…» En Mt. 28, 1 vemos: «Después del sábado, al rayar el primer día de la semana, María Magdalena y la otra María vinieron al Sepulcro…» En Ap 1, 10, San Juan dice que «en el día del Señor, fui movido por el Espíritu…» y la colecta era hecha «en el primer día de la semana» (1Cor 16,2).

La Epístola de Barnabás (74 d.C.) uno de los documentos más antiguos de la Iglesia, anterior al Apocalipsis, decía: «Guardamos el octavo día (el domingo) con alegría, el día en que Jesús se levantó de los muertos» (Barnabás 15:6-8).

San Ignacio de Antioquía (†107), mártir en el Coliseo de Roma, obispo, decía: «Aquellos que vivían según la orden antigua de las cosas se dirigían a la nueva esperanza, no más observando el sábado, sino el día del Señor, en el cual nuestra vida fue bendecida, por Él y por su muerte» (Carta a los Magnesios. 9,1).

«Debido a la Tradición Apostólica que tiene origen en el propio día de la resurrección de Cristo, la Iglesia celebra el misterio pascual a cada octavo día, en el día llamado con razón el día del Señor el Domingo» (SC 106). El día de la resurrección de Cristo es al mismo tiempo «el primer día de la semana», memorial del primer día de la creación, y el «octavo día», en que Cristo, después de su «reposo» del gran sábado, inaugura el día «que el Señor hizo», el «día que no conoce ocaso». (Cat. §1166)
San Justino (†165), mártir, escribió: «Nos reunimos todos en el día del sol, porque es el primer día después del sábado de los judíos, pero también el primer día en que Dios, extrayendo la materia de las tinieblas, creó el mundo y, en este mismo día, Jesucristo, nuestro Salvador, resucitó de entre los muertos» (Apología 1,67).

San Jerónimo (†420), dijo: «El día del Señor, el día de la resurrección, el día de los cristianos, es nuestro día. Es por eso que se llama día del Señor: pues fue en ese día que el Señor subió victorioso junto al Padre. Si los paganos lo denominan día del sol, también nosotros lo confesamos de buen grado: pues hoy se levantó la luz del mundo, hoy apareció el sol de justicia cuyos rayos traen la salvación». (CCL, 78,550,52)

De esta forma la Sagrada Escritura y la Sagrada Tradición de la Apostólica nos muestran porqué desde la Resurrección del Señor la Iglesia guarda el domingo como el Día del Señor.

Por el Prof. Felipe Aquino

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