Los Andes (Martes, 20-10-2009, Gaudium Press) El sábado 17, se realizó la tradicional peregrinación «¡De Chacabuco al Carmelo! Un camino de santidad» a la que asistieron más de 70 mil jóvenes de todo Chile. Desde muy temprano los fieles, algunos con sus familias, comenzaron a llegar a la estación de bienvenida en la localidad de Casas de Chacabuco para recorrer con mucha alegría y devoción la cuesta que lleva hacia el Santuario de Auco.
Inspirados en el ejemplo y vida de Santa Teresa de los Andes, los devotos se dirigieron al Santuario donde se encuentran sus restos, recorriendo el camino que ella misma hacía para llegar al convento. Distintas estaciones recibían a los jóvenes y los animaban a seguir su trayecto, por medio de oraciones e innumerables signos que recordaban los valores que inspiraban a la santa chilena.
Al llegar a la cumbre de la cuesta de Chacabuco, cuatro jóvenes participaron de la copia del Evangelio de Chile, iniciativa que la Iglesia prepara para el Bicentenario de la patria. Sobre esto, el Cardenal Errázuriz recordó que «el obsequio para Chile es que seamos Evangelio vivo, que esa palabra que escribieron los jóvenes sobre esa hoja sea palabra escrita en nuestra vida, en nuestro corazón y en nuestras acciones».
«Queremos ser luz del mundo precisamente haciendo que el Evangelio viva en nuestra patria y que nuevamente la cultura entera sea un espacio de amor, de esperanza, de justicia, de paz y de verdad», expresó.
Ya en el Santuario de Santa Teresa, los peregrinos se reunieron al atardecer en la explanada del Templo para celebrar la Eucaristía. La multitudinaria misa fue presidida por el Cardenal Francisco Javier Errázuriz acompañado de algunos obispos, sacerdotes y numerosos seminaristas.
En su homilía el Pastor invitó a los asistentes a confirmar su vocación de ser «luz de Cristo para el mundo». Luego manifestó «queremos ser luz del mundo por nuestro espíritu de servicio, además porque queremos sembrar esperanza y alegría. Ustedes saben cuánta gente realmente no vive a plenitud el hecho de ser cristiano, en cuántos de ellos no hay alegría y en cuántos de ellos se percibe indiferencia y tristeza. Nuestra misión, entonces, es que también ellos sean luz del mundo y por eso nuestra labor es conducirlos a Jesús».
La peregrinación fue organizada por la Iglesia de Santiago a través de la Vicaría de la Esperanza Joven en coordinación con el Santuario de Santa Teresa de los Andes. Esta es una actividad religiosa que se remonta al año 1989, cuando se efectuó el primer recorrido.
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