Turín (Miércoles, 19-12-2018, Gaudium Press) Un 18 de diciembre, del año 1859, era fundada por San Juan Bosco en Turín, Italia, la Pía Sociedad de San Francisco de Sales, conocida como la Congregación Salesiana. Hace ya 159 años de este acontecimiento; un anhelo de Don Bosco que comenzó cuando tan solo tenía 9 años de edad y tuvo un sueño premonitorio de lo que sería el inicio de la Familia Salesiana.
«Tuve por entonces un sueño que me quedó profundamente grabado en la mente para toda la vida (…) me pareció estar junto a mi casa, en un paraje bastante espacioso, donde había reunida una muchedumbre de chiquillos en pleno juego. Unos reían, otros jugaban, muchos blasfemaban. Al oír aquellas blasfemias, me metí, en medio de ellos para hacerlos callar a puñetazos e insultos. En aquel momento apareció un hombre muy respetable, de varonil aspecto, notablemente vestido. Un blanco manto le cubría de arriba abajo; pero su rostro era luminoso, tanto que no se podía fijar en él la mirada. Me llamó por mi nombre y me mandó ponerme al frente de aquellos muchachos, añadiendo estas palabras: ‘No con golpes, sino la mansedumbre y la caridad deberás ganarte a éstos tus amigos. Ponte, pues, ahora mismo a enseñarles la fealdad del pecado y la hermosura de la virtud'», narra San Juan Bosco sobre el primer sueño-revelación que tuvo.
Formar honrados ciudadanos y buenos cristianos, fue el deseo de Don Bosco, que aún perdura / Foto: Antonio Lutiane. |
Este sueño se concretizaría con la fundación del primero oratorio de Don Bosco, que nació en el día de la Inmaculada Concepción, el 8 de diciembre de 1841, cuando el joven sacerdote Juan se encuentra con el niño Bartolomeo Garelli, quien vivía en la calle y estaba siendo sacado con violencia de la sacristía en el templo donde Don Bosco había celebrado Misa.
San Juan Bosco se compadece del muchacho, se interesa por él y al darse cuenta que es un pequeño abandonado, sin formación, lo invita el domingo siguiente para recibir algunas lecciones de catequesis impartidas por él junto con otros niños. A partir de ahí, San Juan Bosco comienza a rodear a los chicos marginados de Turín, brindándoles educación y formación en la fe, a través de los oratorios, que fueron creciendo en la ciudad italiana, y de allí al mundo entero. Formar honrados ciudadanos y buenos cristianos, sería la premisa de Don Bosco, que aún inspira la obra salesiana.
Con los oratorios, va creciendo en el corazón de Don Bosco, por inspiración de Nuestra Señora, el deseo de fundar una congregación. Acontecimiento que se hizo realidad el 18 de diciembre de 1859 en Turín, con 17 miembros: 15 seminaristas, un estudiante, un sacerdote, además del fundador.
De Turín al mundo, los salesianos fueron creciendo. Hoy están en los 5 continentes y son más de 14 mil / Foto: Alain Patrick – Gaudium Press. |
«La Virgen quiere que fundemos una Sociedad. He decidido que nos llamaremos Salesianos. Pongámonos bajo la protección de San Francisco de Sales», dijo entonces el santo italiano.
La congregación se funda con el nombre de Pía Sociedad de San Francisco de Sales, hoy conocidos como los Salesianos de Don Bosco. La congregación fue aprobada como tal por la Iglesia el 23 de julio de 1864, reconociéndose oficialmente sus Constituciones y Reglamentos el 3 de abril de 1874.
De Turín, la Congregación se extendió por Italia, de allí a Europa, y muy pronto a América con la primera expedición salesiana en Argentina, a través de la Patagonia.
Hoy los salesianos son una gran familia. Están presentes en los cinco continentes, en 132 países, más de 1700 casas, y más de 14 mil salesianos.
Con información de ANS, Memorias Biográficas» y «Los Sueños de San Juan Bosco» del Padre Eliécer Salesman.
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