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Roma (Jueves, 20-12-2018, Gaudium Press) En el marco de la Conferencia desarrollada en la Universidad Gregoriana en Roma, sobre el destino de lugares de culto al que ya no asisten fieles, el National Catholic Register entrevistó a Brody Hale, un abogado americano, que como consultor independiente ha trabajado de forma voluntaria en la ‘salvación’ de 13 iglesias que iban a ser destinadas a usos no sagrados.
La Conferencia «¿Dios ya no vive aquí? Espacios de lugares de culto y gestión integrada del patrimonio cultura eclesiástico», organizada por el Pontificio Consejo para la Cultura en colaboración con la Gregoriana y la Conferencia Episcopal italiana, se desarrolló entre el 29 y 30 de noviembre pasados, y a ella el Papa dirigió un mensaje en el que puso énfasis en la necesidad de que los bienes culturales eclesiásticos tengan en vista la ayuda particular a los más necesitados. Es sabido por lo demás que, a modo de ejemplo, se estima que en Holanda que deberán ser desacralizados las dos terceras partes de los templos por falta de asistencia de fieles.
¿Qué fue lo que hizo el abogado Hale para que esos templos siguieran destinados a uso sagrado?
«Básicamente, reviso Google News todos los días para ver qué iglesias enfrentan el cierre. Si parece que hay un grupo de católicos capaces o dispuestos a mantener a la iglesia pero tal vez no muy seguros de cómo, entonces me pongo en marcha, busco su información de contacto y los contacto», dijo Hale al Register.
Hale expone a estos católicos deseosos de salvar sus iglesias de la destinación de un uso profano, una serie de alternativas.
«Estoy bastante versado en alternativas canónicamente válidas para [evitar] el cierre de una iglesia. Se sabe que hay muchas maneras diferentes en que una iglesia puede existir. Aquí en Roma tenemos iglesias que nunca fueron construidas como iglesias parroquiales, ellas siempre fueron capillas o santuarios o lo que sea. En Estados Unidos, tenemos principalmente el modelo parroquial que son iglesias que se construyeron específicamente y solo para servir a las parroquias».
«Y lo que he hecho es explicar a los católicos que una iglesia puede existir para otras razones, como una capilla o un santuario o algo así, y básicamente trabajó con ellos para averiguar cómo recaudar los fondos necesarios y establecer un grupo que aumente constantemente fondos necesarios para hacer posible que la diócesis propietaria de una iglesia sea liberada de la carga de cuidarla».
Hale enfatiza la importancia de un trabajo mancomunado con los obispos para realizar su labor, aunque en otras ocasiones, en las que no ha contado con la venia para emprender la ‘salvación’, lo explica como una no consideración a «permitir que cualquier iglesia sea preservada fuera de un modelo parroquial».
¿De dónde surgió el impulso del abogado Hale para iniciar su meritoria labor?
«Perdí mi propia iglesia y eso es lo que me involucró en todo esto; mi propia iglesia donde habían ocurrido tantas cosas importantes en mi propia familia. Ahora es una galería de arte, en eso se convirtió, lo que realmente me disgusta, lo digo honestamente». De esos sentimientos, surgió una investigación y luego un importante trabajo.
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