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Buenos Aires (Lunes, 24-12-2018, Gaudium Press) En Argentina -de forma ‘espontánea’ como surgen muchas de las iniciativas que provienen de Dios- desde hace unos años se está ofreciendo en templos almuerzo o cena de Navidad a personas carentes o personas que están solas.
Uno de los templos emblemáticos de esta iniciativa es la iglesia de San Cayetano, en el barrio Liniers de Buenos Aires. A lo largo del año muchas personas necesitadas se acercan a ese templo consagrado al caritativo fundador de los Teatinos, para pedirle o agradecerle sus bondades; pero en estos tiempos navideños ahí se les atiende de forma especial. Los sacerdotes de esa iglesia creen que este año van a poder atender a cerca de 1.000 personas, tras la misa de Nochebuena. Es claro que servir a 1.000 personas requiere la colaboración y la generosidad de muchos: a ellos, Dios está ofreciendo con profusión su gracia.
Hay templos que celebran esta iniciativa de forma anticipada, como el Santuario de Jesús Sacramentado también en Buenos Aires. Allí el 14 pasado, tras la misa, le fue servida la cena a 300 personas. Toda la comunidad parroquial participó con espíritu cristiano en esta actividad. Las mesas fueron asistidas por los jóvenes del barrio y grupos parroquiales. Al final, todos rezaron, cantaron villancicos y se entregaron panes dulces. «Los abrazos de despedida son interminables y ya conocemos el nombre de muchos de los que vienen, sus historias de vida, sus luchas», cuenta el P. Martín Bordieu.
Ante la realidad de los numerosos templos que hoy replican esta iniciativa, se pronunció Mons. José María Baliña, obispo auxiliar de Buenos Aires y vicepresidente de la agencia Cáritas de la Arquidiócesis: «¡Cuántas parroquias, colegios, centros, abren sus puertas para que nadie quede solo en esta fiesta! ¡Cuántas manos que se abren para compartir con el hermano que no conocíamos! Es una alegría grande porque de esta manera todos recibimos y todos nos enriquecemos».
Con información de ValoresReligiosos
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