Menú 
San Pablo (Jueves, 27-12-2018, Gaudium Press) La Catedral Metropolitana de San Pablo fue palco de celebraciones por ocasión de la Solemnidad de la Santa Navidad. Durante la noche del día 24 de diciembre, víspera de tal acontecimiento, los fieles llenaron el templo para acompañar el concierto navideño presentado por la ‘São Paulo Schola Cantorum’, bajo la regencia del maestro Delphim Rezende Porto.
El Arzobispo de San Pablo, Cardenal Odilo Pedro Scherer, presidió las Santas Misas de la medianoche del día 25 y de las 11:00 horas del mismo día. En su homilía, el purpurado transmitió su saludo navideño a los presentes. «¡Como Arzobispo de San Pablo, deseo, compartir la alegría de la Navidad con todo el pueblo de San Pablo! ¡Que todos puedan sentir la alegría profunda de esta fiesta! Y que la bendición de la Navidad de Jesús descienda sobre todas las personas y sobre todos los hogares y los lugares donde las personas viven. ¡Feliz y bendecida Navidad de Jesús para todos!».
Mons. Odilo resaltó que la Solemnidad de la Navidad es para todos un anuncio de alegría y de paz. «Nació el príncipe de la paz que para todos quiere ser portador de paz». Enfatizó también que el anuncio del ángel a los pastores de los campos de Belén continúa repitiéndose hoy. «La Navidad es celebrada de alguna forma por todos. Pero, para nosotros, que tenemos Fe, que creemos en Jesucristo, Hijo de Dios Salvador, hay motivos muy especiales para alegrarnos e irradiar alegría a nuestro alrededor».
El Cardenal también comentó que nosotros católicos «reconocemos que el Hijo nacido de María es, al mismo tiempo, el Hijo del eterno Dios que se hizo humano como nosotros. En la persona del Hijo, Dios eterno vino hasta nosotros, y nos sacó de nuestra soledad y de nuestra pobre condición mortal, elevándonos a una dignidad que nunca podríamos alcanzar por nosotros mismos».
Tornándose Emanuel, que significa ‘Dios con nosotros’, Jesús se hizo hermano de cada persona humana, abriendo un horizonte nuevo para la existencia mortal de cada persona en este mundo. «Somos llamados a tomar parte en la familia de Dios, acogidos como hijos de Dios en el Hijo, como dice San Pablo», explicó.
Todos unidos en el Niño Dios
Recordando las palabras del Papa Emérito Benedicto XVI, el Cardenal Odilo afirmó que, al tornarse humano, el Hijo de Dios se une a todos y une a todos en sí. «Eso significa que nos hace hermanos unos de otros, no apenas por los lazos de la misma naturaleza humana que ya traemos, sino, por su benignidad, por su gracia sobrenatural, Dios nos hace sus hijos». Y agregó que «la Navidad es la fiesta de la fraternidad universal, de la unidad de toda comunidad humana».
Según el purpurado, la alegría en el nacimiento del Salvador debe, en primer lugar, reinar en la familia y con las personas más próximas. «Los pequeños gestos de bondad y de recíproco aprecio, como los votos de Navidad y los regalos que se distribuyen, pueden ser expresiones de esa alegría más profunda. Nosotros damos regalos porque recibimos un regalo inmenso, regalo del cielo».
Concluyendo su sermón, el Arzobispo de San Pablo manifestó su deseo de que la Navidad nos abra horizontes de esperanza y de sentido nuevo en nuestras vidas. «Dios no nos abandona en nuestras limitaciones de miserias, Él viene a nuestro encuentro para estar a nuestro lado como Dios con nosotros. Confortados por el amor de Dios que reúne toda la humanidad en una familia de hermanos, tenemos motivos para luchar contra todo lo que es contrario a la fraternidad y la paz, contra el odio, las discriminaciones, las injusticias sociales, la violencia y la guerra». (EPC)
Deje su Comentario