La Serena (Viernes, 28,12-2018, Gaudium Press) Miles de devotos peregrinaron a la Basílica de Nuestra Señora de Andacollo en Chile con el fin de celebrar la fiesta de la Patrona de La Serena y los 125 años de existencia de su Basílica. La llamada «Fiesta Grande» de esta advocación llevó por lema «Somos su pueblo, su historia y Ella es nuestra Madre».
Nuestra Señora de Andacollo. Foto: Santuario de Nuestra Señora de Andacollo. |
Además del aniversario número 125 del templo, se conmemoraron los 20 años de su elevación a la dignidad de Basílica Menor, concedida por el Papa San Juan Pablo II en 1998. El decreto de nombramiento fue llevado al altar durante las celebraciones, al igual que una roca ofrecida como símbolo de la firmeza de la fe católica.
Mons. René Rebolledo, Arzobispo de La Serena, motivó a los fieles a valorar la riqueza espiritual del Santuario y los invitó a «imaginar, por un momento, los miles y miles de peregrinos que han encaminado sus pasos hasta esta morada del Señor, también lugar de gracia y bendición, espacio para el encuentro con el Señor y con su santa Madre», según informó ACI.
La Basílica ha constituido un lugar de peregrinación «de tantas generaciones de hombres y mujeres que han venido a ofrecer lo mejor de sí mismos, sus propias vidas al Señor, también sus inquietudes, dolores y sufrimientos, sus alegría y penas, sus anhelos y esperanzas», agregó el Arzobispo. En el Santuario, la Santísima Virgen, «como buena Madre, se adelanta, prepara el hogar para sus hijos, los acoge con su mirada limpia y serena, los fortalece con las palabras de su Hijo, palabras de vida eterna, los acaricia con la ternura de una madre ante los innumerables desafíos, problemas y dificultades, personales y familiares; infunde fortaleza y coraje, para que sus devotos puedan seguir la peregrinación de la vida, en el nombre de su Hijo».
La advocación de Nuestra Señora de Andacollo nació en 1549, cuando la Santísima Virgen habló a un indígena desde una imagen dejada por los españoles cuando éstos huyeron a causa de una rebelión de nativos. Según la tradición, el indígena que halló la imagen escuchó la voz de la Madre de Dios, quien le dijo » Anda, Collo, invita a tu pueblo a conocerme y a conocer el verdadero Dios». Ante esta revelación, los indígenas comenzarona venerar a la Santísima Virgen y los españoles edificaron una capilla en su honor a su regreso, dando inicio a la devoción que hoy inspira a numerosos devotos chilenos.
Con información de ACI.
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