Redacción (Jueves, 03-01-2019, Gaudium Press) Quizá despierte la sorpresa de algún lector cierto hecho que llama la atención de los estudiosos imparciales de la Historia: el continuo incremento de las publicaciones dedicadas exclusivamente a la Edad Media.
¿Qué asunto específico tratan estas obras?
Hay de todo, desde grandes panorámicas de los principales acontecimientos de ese período histórico, hasta pormenores mínimos pero llenos de vida y color.
Por ejemplo, la revista bimensual «Moyen Age» -de alto nivel intelectual y primorosa presentación gráfica, editada en Francia desde 1997- ofrece a sus lectores ilustrativos artículos sobre ciudades, castillos, grandes batallas, trajes, costumbres, adornos litúrgicos, muebles y cosas del mismo género. Tampoco falta una sección para recetas de cocina medieval, donde se enseña a preparar meriendas tan sencillas como las «tostadas al queso brie», y platos tan refinados como el «pollo a la crema provenzal».
Hay también reportajes generosamente ilustrados sobre ferias medievales realizadas… en pleno tercer milenio, cuyos feriantes, vestidos a la usanza medieval, ofrecen objetos decorativos, ropas y comidas típicas de la época, además de libros, cintas de vídeo y hasta maquetas armables de torres y catapultas.
La Edad Media no murió…
El mismo alto nivel se encuentra en la prestigiosa revista «The Medieval Review», editada por el Instituto Medieval de la Universidad de Western Michigan (EE.UU.). Su equipo editorial lo componen profesores de distintas universidades estadounidenses y también de Francia, Inglaterra, Alemania, Hungría, Canadá y Australia.
Cada primavera, este Instituto promueve un congreso medievalista en Kalamazoo (Michigan), con la participación de miles de personas del mundo entero. A través de concurridos y bien ilustrados paneles y conferencias, los especialistas ofrecen un recuento bastante amplio de la cultura medieval. Cada día termina con presentaciones de música y danza… medievales, por supuesto.
Volviendo a Francia, entre el 10 de septiembre y el 15 de enero pasados se ofreció una exposición de arte sacro medieval en la ciudad de Châlons-en- Champagne. Los asistentes, después de admirar las 137 piezas expuestas, pudieron disfrutar un ciclo de charlas titulado «Al encuentro de la Edad Media».
Lecciones de los caballeros medievales
Pero más significativa que todo lo anterior parece la noticia publicada por BBC News (10/11/2005) bajo el sugerente título «Diez lecciones de los caballeros medievales». Según la noticia, el Condado de Lincolnshire ha ordenado que los niños «rebeldes» hagan un «curso de Caballería» de ocho semanas con el objeto de prevenir conductas antisociales.
¿Qué virtudes caballerescas podrán ser útiles a los jóvenes de Lincolnshire? Algunos especialistas consultados mencionaron diez.
La misericordia, por ejemplo, que constituye uno de los pilares de la Caballería, entrega una lección a los jóvenes modernos: mostrarse benigno con el adversario derrotado en las competencias. Otro es la protección del débil; el caballero medieval era el campeón de los débiles contra la prepotencia de los malos; para imitarlo, el joven debe asumir la defensa de sus compañeros más débiles cuando los persigan malos compañeros o pandillas juveniles.
El curso presenta a los alumnos varias otras virtudes del caballero medieval, tales como la generosidad, la lealtad, el sentido de justicia, etc.
¿Resultados? «El principal beneficio de la Escuela de Caballería es una notable mejora en el comportamiento de los niños», declara el portavoz de la policía de Lincolnshire.
El veredicto de León XIII
¿Qué sentido dar al creciente interés por la Edad Media en pleno siglo XXI? No lo sabemos, y tal vez sea prematuro proponer una teoría al respecto.
Sin embargo, acuden a la memoria las célebres palabras del Papa León XIII en la Encíclica Immortale Dei (1/11/1885) en referencia al mismo período histórico, hacia el que tuvo siempre una actitud positiva:
«Hubo un tiempo en que la filosofía del Evangelio gobernaba los Estados. En esa época, la influencia de la sabiduría cristiana y su virtud divina traspasaba las leyes, las instituciones, las costumbres de los pueblos, todas las categorías y todas las relaciones de la sociedad civil. Entonces la religión instituida por Jesucristo, sólidamente establecida en el grado de dignidad que le es debido, era floreciente en todas partes gracias al favor de los príncipes y la protección legítima de los magistrados. Entonces el Sacerdocio y el Imperio estaban ligados entre sí por una feliz concordia y por la permuta amistosa de buenos oficios. Or- León XIII: En esa época, la sociedad civil dio frutos superiores a toda expectativa ganizada así, la sociedad civil dio frutos superiores a toda expectativa, frutos cuya memoria subsiste y subsistirá, consignada como está en innumerables documentos que artificio alguno de los adversarios podrá corromper ni oscurecer».
Los centenares de obras que se publican cada año sobre la Edad Media tienen el mérito de colocar al alcance del gran público un conocimiento detallado de los «frutos superiores a toda expectativa» aludidos por León XIII.
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