Londres (Viernes, 04-01-2018, Gaudium Press) 2019 es el año de un aniversario poco conocido: los 190 años de libertad religiosa para los católicos de Inglaterra, quienes padecían una férrea persecución desde 1688, año de la caída del Rey Jacobo II, el último en defender la libertad de culto después de la reforma anglicana.
Mártires de Inglaterra bajo el llamado «Árbol de Tyburn». Foto: Fr. Lawrence Lew, O.P. |
La caída de este monarca fue debida precisamente a su fe católica y los temores de una continuidad del reinado de una dinastía católica. El Rey Jacobo II no consiguió defender su trono ante el ejército de Guillermo de Orange, quien era considerado como un abanderado del protestantismo y su exilio en Francia permitió la instauración de restricciones a la práctica de la fe católica.
la Iglesia tuvo que formar a sus sacerdotes en el extranjeros y reintroducirlos en el país de manera clandestina, así como extender y mantener el apostolado en secreto. Los sacerdotes se exponían a ser arrestados y si lo eran, en ese momento daban un notable testimonio en favor de las verdades de la fe
Situaciones históricas como la participación de soldados irlandeses en el ejército británico y el avance de la convicción de que el estado no debería inmiscuirse en la confesión religiosa de los ciudadanos permitió un cierto relajamiento en las normas en el siglo XIX, pero el concepto mismo de la legalización del culto católico era controversial. El Rey Jorge IV llegó a afirmar que firmar una ley de emancipación de los católicos constituiría una traición a su juramento de coronación.
Finalmente, en 1829, el Duque de Wellington, Primer Ministro y ampliamente valorado como héroe nacional por su victoria en la batalla de Waterloo, logró convencer al Rey sobre la absoluta necesidad de permitir a los creyentes católicos practicar libremente su fe. La ley de emancipación fue sancionada y los católicos recibieron libertad para fundar escuelas y establecer organizaciones, ser miembros del Parlamento y participar en la vida pública.
La primaver a de la Iglesia llegaría cinco años después de la emancipación legal, ya bajo el gobierno de la reina Victoria. El renacer de floreció en medio de expresiones como el del Renacimiento Gótico y el Movimiento de Oxford con sus célebres conversiones al catolicismo. Un nuevo interés en el conocimiento y la historia permitió a la Iglesia local alzar su voz y a los fieles las recuperadas libertades dar una respuesta a su llamado.
Con información de Catholic World Report.
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