Perú – Lima (Martes, 08-01-2019, Gaudium Press) El pasado domingo 6 de enero, Solemnidad de la Epifanía del Señor, el Arzobispo de Lima y Primado de Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani presidió una misa en la Catedral de Lima, donde afirmó que Dios quiere que el misterio del nacimiento de Jesús se abra al mundo entero.
«Dios revela que no vino apenas a un grupo que vivía en la región de Jerusalén, de Belén, de Nazaret, sino que la misión de Jesús es universal. Por eso vemos también que esa función, institución de la Iglesia Católica, es una forma que Dios quiere para permanecer en el mundo. No es la opinión de uno o de otro, es Dios que quiere llegar a sus hijos a través de su palabra, a través de la tradición de los Padres de la Iglesia, a través de las enseñanzas del magisterio de la Iglesia», explicó en su homilía.
El purpurado resaltó que «hoy, haciendo eco a esas tres funciones de la divina voluntad, anunciamos que la Iglesia siempre entendió que el mensaje de Cristo es universal, que el camino de la salvación pasa por la Iglesia y pasa por ese mensaje de Cristo. Esta es la voluntad de Dios; y por eso la tarea de la Iglesia es dar a conocer a todo el mundo el contenido de ese mensaje de Cristo».
Según el Arzobispo de Lima, el ser hijo de Dios va unido a una manera de actuar con rectitud y con la verdad. «No podemos actuar simplemente movidos por sentimientos. Hermanos, a Dios nadie engaña, no podemos hacer del mensaje de la Iglesia un camino fácil y simple. Hay una felicidad en inventar una religión sin dolor, sin cruz, sin Cristo, sin muerte. Esa religión no es la religión católica».
El Cardenal Cipriani afirmó que «es un deber conocer la palabra, conocer el Catecismo; y no solamente conocerlo, sino buscar vivirlo. (…) no puedo llamar al mal de bien. El mal es mal, el pecado es pecado, el perdón es perdón. No podemos combinar todo como si cada uno escogiese una parte del mensaje de Dios, eso no es bueno, es falso».
«El Evangelio nos habla sobre todo de un tema muy importante: esa estrella que es Jesús, nunca se apaga en tu vida, búsquela. No engañes, busque la estrella, Jesús nunca engaña, si lo buscas vendrá a tu encuentro y te señalará el camino. Aunque parezca que está oscuro, verás la luz. Pero es lo que hicieron estos hombres, esa estrella, Jesús, os va iluminando. Y cuando llegaron delante de Jesús se arrodillaron y lo adoraron».
El Primado de Perú concluyó su homilía exhortando a los fieles a anunciar a Jesús con su vida y pidiendo al Señor «enséñame a adorarte, no a entenderte, no a conocerte; sino a amarte, a adorarte. Es muy importante, hermanos, tener esa aceptación porque Jesús no se cansa de venir, de retornar, de buscar. No defraudemos ese llamado de Dios, tenemos que seguir haciendo el bien, buscando la verdad. Que Nuestra Señora nos dé la fortaleza de la Fe para buscar y para adorar a su hijo Jesús». (EPC)
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