Lima (Lunes, 21-01-2019, Gaudium Press) La imagen peregrina de Nuestra Señora de Fátima procedente de Portugal se despidió de Perú este domingo 20 de enero, pero antes de dejar el país latinoamericano rumbo a Ecuador, se vivió en Lima un importante acontecimiento: La Consagración de los Obispos Peruanos al Inmaculado Corazón de María, evento al que se sumó el clero y los fieles de la capital.
Toda una Iglesia unida al Corazón de Nuestra Señora de Fátima, es lo que se presenció el viernes 18 de enero en la Nunciatura Apostólica al año de conmemorarse la visita del Papa Francisco al Perú, y al culminar la 113º Asamblea Plenaria del Episcopado Peruano.
La imagen peregrina de la Virgen, que desde el 9 de enero visitó varias diócesis peruanas, ingresó a la sede de la Nunciatura Apostólica ante la presencia de miles de personas que se congregaron en el lugar para acompañar a los prelados y clero local. Al ingresar a la sede de la Nunciatura, Nuestra Señora dio un especial regalo a los fieles allí presentes: un arcoíris pintado en el cielo.
Obispos peruanos participando en procesión en honor a la Virgen Peregrina de Fátima / Foto: Arzobispado de Lima. |
Presidieron el momento con María el Nuncio Apostólico en Perú, Mons. Nicola Girasoli; los Cardenales Juan Luis Cipriani, Arzobispo de Lima y Primado de Perú; y Pedro Barreto, Arzobispo de Huancayo; además de Mons. Miguel Cabrejos, Presidente de la Conferencia Episcopal Peruana.
«Queridísima Madre Nuestra. Estamos aquí reunidos para agradecerte. Tú has venido como peregrina desde Fátima para visitarnos. Necesitamos tu mirada misericordiosa, queremos aferrarnos a ti como el ancla de esperanza: ¡Fátima es mensaje de esperanza!», dijo el nuncio Apostólico en Perú.
Luego Mons. Girasoli añadió: «Madre de esperanza nunca te dejaré y tomamos refugio en tu corazón inmaculado (…) Madre Santa, tú en Fátima nos has confortado diciendo que tu Corazón triunfará y nosotros consagramos enteramente nuestra vida a ti, para que la vida de cada uno de nosotros sea un cántico de alabanza a tu Corazón Inmaculado. ¡Quédate con nosotros Virgen Santa! ¡Quédate, quédate (…) no te dejaremos salir de nuestra vida y de nuestro corazón!».
Posteriormente, Mons. Miguel Cabrejos, en nombre de todos los obispos peruanos y junto a la imagen peregrina de Fátima, pronunció el acto de consagración al Inmaculado Corazón de María, invitando a los fieles a unirse en la oración. Al culminar, el prelado depositó a los pies de la Madre de Dios un ramo de flores.
En la ocasión también tuvo lugar una procesión, que comenzó con la participación de los jóvenes limeños que del 22 al 27 de enero se encontrarán en Panamá con el Papa durante la Jornada mundial de la Juventud. Los obispos peruanos asimismo tomaron el anda con la imagen peregrina de la virgen de Fátima, uniéndose a la romería.
Ya el sábado 19 de enero, antes de partir hacia Ecuador, la Virgen Peregrina de Fátima visitó el Santuario del Sagrado Corazón de Jesús de Surco, y el domingo 20, la Catedral de Lima durante la santa misa que presidió el Cardenal Juan Luis Cipriani.
Mons. Miguel Cabrejos presidió el Acto de Consagración a la Virgen / Foto: Arzobispado de Lima. |
Acto de Consagración de los obispos del Perú a la Bienaventurada Virgen María
Bienaventurada Virgen María, Madre de la misericordia y de la esperanza, en la advocación de Nuestra Señora de Fátima, con renovada gratitud por tu presencia maternal unimos nuestra voz a la de todas las generaciones que te llaman Bienaventurada.
Celebramos en ti las grandes obras de Dios, que nunca se canse de inclinarse con misericordia hacia la humanidad afligida por el mal y herida por el pecado para curarla y salvarla.
Acoge con benevolencia de Madre el Acto de Consagración que hoy hacemos con confianza ante esta imagen tuya tan querida por nosotros. Estamos seguros de que cada uno de nosotros es precioso a tus ojos y que nada que habita en nuestros corazones es ajeno a ti. Nos dejamos alcanzar por tu dulcísima mirada y recibimos la consoladora caricia de tu sonrisa.
Custodia nuestra vida entre tus brazos, bendice y refuerza todo deseo de bien, reaviva y alimenta la fe, sostiene e ilumina la esperanza, suscita y anima la caridad, guíanos a todos nosotros por el camino de la santidad.
Enséñanos tú mismo amor de predilección por los pequeños y los pobres, por los excluidos y los que sufren, por los pecadores y los extraviados de corazón. Congrega a todos bajo tu protección y entréganos a todos a tu dilecto hijo, el Señor Nuestro Jesús. Amén.
Ver también:
Grandes bendiciones en Lima por visita de imagen peregrina de la Virgen de Fátima
Con información de Misión Fátima Perú, Arzobispado de Lima, y Canal HN.
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