Medellín (Miércoles, 21-10-2009, Gaudium Press) En el Santuario ubicado en Belencito, muy cerca de la ciudad de Medellín, la Congregación de las Hermanas Misioneras de María Inmaculada y Santa Catalina de Siena celebran el aniversario 60 del fallecimiento de la Beata colombiana Laura de Santa Catalina de Siena Montoya.
El 25 de abril de 2004, fue beatificada por Juan Pablo II. Pasaron cerca de 40 años para que el proceso se cumpliera.
Cientos de devotos visitan el Santuario para pedirle a la Beata, entre otras causas, la paz de Colombia y el mundo y, distintas peticiones personales. Consigo llevan flores que adornan y embellecen las placas de mármol que reposan junto a la imagen de la Madre Laura en el lugar.
Su obra
Dedicó gran parte de su vida a anunciar el Evangelio entre los pueblos indígenas que aún desconocían la fe en Cristo y fundó la Congregación de las Hermanas Misioneras.
Las misioneras de la Madre Laura están presentes en 19 países de tres continentes, América, Europa y África, llevando las enseñanzas de esta mujer que escribió 19 libros, entre ellos, una autobiografía.
Canonización
En la actualidad el Vaticano estudia la posibilidad de canonizarla. En Roma se analiza un posible milagro hecho por intercesión de la beata colombiana, con el que le habría salvado la vida a un médico entre marzo y mayo de 2004.
De acuerdo a lo dicho por la hermana Surama Ortiz, Secretaria General de la comunidad, «a él (médico) se le perforó el esófago y llegó a estar completamente incapacitado».
«Pese a que en tres ocasiones lo llevaron al quirófano, la intervención no se pudo hacer. Él se encomendó entonces a la madre Laura y poco a poco fue recuperándose, en las endoscopias se ven las perforaciones y ya no las tiene, ya está curado», señala la religiosa.
Colombia cuenta en el momento con dos beatos, el padre Marianito y la Madre Laura, ambos a la espera de ser elevados a la gloria del culto público de la Iglesia.
Deje su Comentario