Brasilia – DF (Viernes, 25-01-2019, Gaudium Press) En la ciudad satélite de Samambaia, en el Distrito Federal brasileño, una asociación de laicos católicos realiza un trabajo importante en defensa de la vida.
Se trata de la Asociación Santos Inocentes que hace el trabajo de concientización sobre el valor de la vida para madres que piensan abortar.
El presidente de la Asociación, Ari França, dice que las dificultades financieras, limitaciones físicas y emocionales son los principales motivos que llevan a muchas madres a abortar en el silencio y la clandestinidad.
La acción de la Asociación Santos Inocentes visa exactamente concientizar a las mujeres potencialmente tendientes a realizar el aborto de que no sigan esa idea y decidan la preservación de la vida.
En contrapartida, la Asociación que defiende la vida ofrece todo el apoyo para que las madres tengan una gestación tranquila y consigan criar sus hijos.
Las mujeres que desisten del aborto, reciben de la Asociación Santos Inocentes apoyo psicológico, utilidades necesarias para el recién nacido y su madre, y hasta guardería para el niño.
Para las mujeres que decidieron por la vida, desistiendo del aborto pero que no quieren quedarse con el niño, la asociación prepara todo el proceso de adopción y lo encamina a la Vara de la Familia.
Entretanto, de acuerdo con el presidente de la Asociación Santos Inocentes, Ari França, apenas 1% de las madres atendidas por el grupo entrega al niño para ser adoptado.
Ari explica: «Nosotros conversamos mucho con las mujeres y ellas acaban decidiendo quedarse con los bebés, principalmente después que el niño nace, cuando hay el primer contacto».
Acogimiento
Actualmente, 80 bebés viven en la asociación. El acogimiento es hecho en dos casas.
En la primera casa se quedan los recién nacidos huérfanos. En la otra casa mantenida por la Asociación, las madres que decidieron quedarse con los bebés, junto con todos los hijos.
La Asociación mantiene una guardería para niños de hasta cinco años de edad.
Para que toda esta estructura pueda ser desarrollada, en ella trabajan 30 funcionarios, 14 voluntarios, incluyendo médicos, psicólogos y abogados, y seis misioneros católicos que se dedican a la obra.
La institución no es vinculada a la Iglesia, pero nació por inspiración de fieles católicos que querían hacer algo en defensa de la vida.
El mayor desafío para continuar
«Nuestro mayor desafío es mantener la Asociación Santos Inocentes de pie. Estamos constantemente con las cuentas en rojo. Vivimos de la providencia, con nuestro bazar y donaciones.
Nosotros precisamos dar todo el soporte a las mujeres, ellas precisan sentirse seguras para no abortar.
Nosotros ofrecemos pañal, leche, ajuar, canasta básica, apoyo médico y psicológico, y hasta el dinero del alquiler de la casa donde viven, si es necesario. Todo eso cuesta caro», explica el presidente de la asociación. (JSG)
(De la Redacción de Gaudium Press con informaciones www.santosinocentes.com.br.)
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