Brumadinho – Minas Gerais (Lunes, 28-01-2019, Gaudium Press) La ciudad brasileña de Brumadinho vivió uno de los días más tristes de su historia en la tarde del 25 de enero con el rompimiento de la barrera de la mina del corriente de Feijão, que ocasionó, hasta el momento, la muerte de 58 personas, además de innúmeros perjuicios para la población local.
En vista de eso, la Iglesia Matriz de Brumadinho, dedicada a San Sebastián, acogió centenas de fieles que rezaron por todas las víctimas de ese desastre.
La ceremonia, presidida por el Arzobispo Mons. Walmor Oliveira de Azevedo, reunió también a los arzobispos de Fortaleza, Mons. José Antônio Aparecido Tosi Marques, y de Maringá, Mons. Anuar Battisti, así como los obispos auxiliares de la Arquidiócesis de Belo Horizonte y demás religiosos.
Al hacer referencia a la red de solidaridad formada por la Iglesia, Mons. Walmor aconsejó al público participante de la misa. «Delante de tanto sufrimiento, debemos buscar la oración, para iluminar nuestra mirada y así ayudarnos a construir una sociedad justa y solidaria. Confiados en el Dios de la vida, siempre saldremos victoriosos».
«El Señor nos invita a mirar los acontecimientos de la vida para percibir los caminos de la historia, para insertarnos en la misión de Cristo. Tenemos un largo camino, muchas lecciones. (…) Dios nos ayude a tener coraje, pues precisamos avanzar rumbo a un nuevo tiempo», completó el arzobispo.
En seguida, las autoridades eclesiásticas invitadas para la ceremonia se pronunciaron sobre el hecho ocurrido en Brumadinho. «Al Cristiano, cabe la lucha, en la fuerza del amor. Confiar y entregarse al Padre. Vamos a creer, confiar y veremos la victoria del amor de Dios», afirmó Mons. José Antônio Aparecido Tosi Marques, recordando además que Jesús luchó y venció todo el dolor.
A su vez, Mons. Anuar Battisti, declaró encontrarse unido «a las familias que perdieron sus seres queridos», y que los fieles, en todas las misas en la Arquidiócesis de Maringá, dedicarán preces a las víctimas.
Ya el obispo auxiliar Mons. Joaquim Mol resaltó que «estar asociado al Señor significa también superar nuestro llanto, nuestra tristeza para alcanzar lucidez».
En nota publicada en su site, la Arquidiócesis de Belo Horizonte informa que prosigue con el trabajo de amparo espiritual y material dedicado a las víctimas de la tragedia, con campaña de solidaridad y visitas misioneras. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Belo Horizonte y CNBB
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