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Ciudad del Vaticano (Martes, 29-01-2019, Gaudium Press) El pasado jueves, un grupo de milicianos islamitas, pertenecientes al grupo jihadista nigeriano de Boko Haram, atacó la parroquia de Manguirida, en el extremo norte de Camerún. Los agresores entraron a la zona al comienzo de la mañana, dispararon contra las víctimas y destruyeron casas.
Durante el ataque terrorista, por lo menos cinco personas fueron muertas.
Autoridades de seguridad de la localidad informaron que cuatro hombres armados dispararon contra los parroquianos hiriendo más de diez personas, en un ataque donde todo indica ser un intento de secuestrar sacerdotes occidentales que vivían en la parroquia.
Ese ataque se suma a otros practicados en los últimos días y que dejaron unos 20 civiles muertos en la región.
Población detiene Terroristas
En este ataque concreto a Manguiriba, los dispositivos de seguridad dispararon sus alarmas y la población se movió preparando la defensa. Armada de bengalas y cuchillos, enfrentó a los terroristas, lucharon con ellos y consiguieron detenerlos.
Terroristas islámicos quieren dominar la región
Aunque en los últimos meses la cantidad de ataques haya disminuido significativamente, la región del Extremo Norte de Camerún -que hace frontera con Nigeria- ha sido, desde hace mucho tiempo, blanco de las pretensiones de dominación del grupo yihadistas de Boko Haram.
Para luchar contra el grupo, Camerún, que cuenta con el apoyo de la fuerza multinacional de la Unión Africana, colocó casi 14 mil militares en la región.
Boko Haram
El «Boko Haram» pretende dominar la región e imponer un Estado islámico en Nigeria. Quiere transformar la región del lago Chad en su nuevo reducto, con sus propias leyes e imposición de una cultura anti-cristiana.
Es por eso mismo que «Boko Haram» significa «la educación no islámica es pecado».
En los cerca de diez años de existencia el grupo terrorista islámico mató, por lo menos, 20 mil personas. Los ataques realizados contra los países que hacen frontera con Nigeria ya causaron la muerte de, por lo menos, 20 mil personas.
En Camerún, los asesinatos llegan a 3 mil, y hay más de 150 mil migrantes internos. (JSG)
(De la Redacción de Gaudium Press, con informaciones de Vatican News)
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