Panamá – Ciudad de Panamá (Lunes, 04-02-2019, Gaudium Press) Durante una Misa celebrada el pasado miércoles 30, víspera de la Fiesta de San Juan Bosco, el Rector-Mayor de los Salesianos, Mons. Ángel Fernández Artime, destacó que «el camino de la vida cristiana no se recorre solito, sino en comunidad».
En su homilía, Mons. Artime expresó su gratitud por estar en Panamá con ocasión de la Jornada Mundial de la Juventud y recordó que el tema de esta jornada invitaba a presentar el camino de santidad misionera en la vida cotidiana. «Hoy quiero colocar como punto de partida de esta santidad, a la Venerable Mamma Margarita, la madre de Don Bosco. En aquella época ella era ya bien anciana. Y Don Bosco le dijo: ‘Yo preciso que usted venga conmigo para cuidar de mis niños’. ¿Qué significó para esta señora dejar todo? ¡Ir para Valdocco, cuidar de centenas de jóvenes y volver a ser madre, pero para tantos jóvenes! La vida de Mamma Margarita es un testimonio de santidad anónima, silenciosa».
Reforzando esta visión comunitaria de santidad, el Rector-Mayor recordó la ‘escuela de santidad’ que San Juan Bosco supo formar con un grupo de jóvenes en un espacio físico bastante restricto: una escuela en la cual se formaron figuras de de la estatura moral de un Santo Domingos Savio, San Miguel Rúa, San Luigi Versiglia, San Calixto Caravario, el Beato Luigi Variara y el Venerable Andrés Beltrame.
«¿Cuál fue el secreto de San Juan Bosco para estimular el deseo de santidad en esos jóvenes? En primer lugar, la simple convivencia con dos santos: el propio San Juan Bosco y Mamma Margarita», explicó Mons. Artime.
El Rector-Mayor de los Salesianos concluyó su homilía resaltando que San Juan Bosco creía en el potencial de los jóvenes y los alentaba a dar lo mejor de sí. «Él los convenció de que Dios tenía un sueño para cada uno de ellos y que ellos no deberían tener miedo de lo que Dios pediría, pues ese sería el camino de su felicidad». (EPC)
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