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Spokane (Lunes, 04-02-2019, Gaudium Press) El Obispo de Spokane, Estados Unidos, Mons. Thomas Daly, emitió una Carta Pastoral en la que analizó las consecuencias espirituales que las recientes aprobaciones de leyes en favor del aborto tienen para los políticos involucrados. El prelado recordó que, siguiendo la disciplina de la Iglesia sobre los Sacramentos, los políticos promotores del aborto no pueden recibir la Sagrada Comunión.
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| Mons. Thomas Daly, Obispo de Spokane, Estados Unidos. Foto: Diócesis de Spokane. |
«Los esfuerzos para expandir el acceso al aborto, permitiendo el asesinato de niños hasta el momento de su nacimiento, son malvados. Los niños son un regalo de Dios, sin importar las circunstancias de su concepción», recordó el Obispo, quien destacó el deber de la sociedad en proteger a estos niños. «El compromiso de la Iglesia con la vida de toda persona humana desde la concepción hasta la muerte es firme. Sólo Dios es el autor de la vida y para el gobierno civil sancionar el asesinato voluntario de los niños es inaceptable. Para un líder político católico, hacer esto es escandaloso».
De manera particular citó el ejemplo del Gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, quien promovió la reciente ley abortista y «frecuentemente cita su fe católica en apoyo de la legislación que favorece. Su testimonio público como político católico, unido a su decidio apoyo al aborto, es inaceptable». Por esta relación de los fieles católicos que trabajan en la política y la aprobación de leyes inmorales, Mons. Daly recordó la disciplina de la Iglesia sobre el acceso a la Comunión eucarística. «Los políticos que residen en la Diócesis Católica de Spokane y quienes perseveran obstinadamente en su apoyo público al aborto no deberían recibir la Comunión sin antes estar reconciliados con Cristo y la Iglesia».
El Obispo citó el Canon 915 del Código de Derecho Canónico y el documento «Dignidad para recibir la Santa Comunión», emanado de la Congregación para la Doctrina de la Fe en 2004, donde se establece la imposibilidad de acceder al sacramento para excomulgados, personas en entredicho y «los que obstinadamente persistan en un manifiesto pecado grave» y, en el caso del segundo documento, se advierte sobre la eventual necesidad de que los sacerdotes deban negarse a distribuir la Eucaristía a los fieles que se acercan a recibir el Sacramento de manera obstinada a pesar de haber recibido las advertencias sobre una situación objetiva de pecado.
«Motivo a los fieles a acudir a Nuestro Señor en oración por nuestros líderes políticos, confiándolos a la intercesión de Santo Tomás Moro, un servidor público que prefirió morir a manos de las autoridades civiles que abandonar a Cristo y a la Iglesia», concluyó Mons. Daly. «Mantengamos a los no nacidos, así como a todas las madres en embarazo, en nuestras oraciones».
Con información de Diócesis de Spokane.
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