Roma (Miércoles, 06-02-2019, Gaudium Press) La devoción a Nuestra Señora de Copacabana, Reina de la Nación Boliviana, se extiende más allá de sus fronteras. Prueba de ello es la celebración que tuvo lugar en Roma el pasado domingo 3 de febrero en honor a la Virgen en su advocación de la Candelaria.
La conmemoración ocurrió en la Iglesia de Santa María Traspontina, situada sobre la Vía de la Conciliación que lleva a la Plaza de San Pedro, con la comunidad de bolivianos que residen en la Ciudad Eterna.
Los homenajes marianos comenzaron con una Eucaristía en el templo carmelita, con una nutrida participación de fieles bolivianos, quienes acudieron ataviados con trajes típicos de su país; y siguió con un desfile hacia la Plaza de San Pedro, para participar en el Ángelus que presidió el Papa Francisco.
Y es que la Virgen de Copacabana tiene un lugar especial en Roma. No en vano un mosaico elaborado en mármol con la imagen de esta advocación fue entronizado en los Jardines Vaticanos a finales del 2017.
La celebración ocurrió el 3 de febrero en la Iglesia Carmetina de Santa María Traspontina. |
El acto de bendición fue presidido por el Gobernador del Estado de la Ciudad del Vaticano, Cardenal Giuseppe Bertello, con la presencia de los Obispos Bolivianos, quienes en septiembre de ese año se hallaban en la Ciudad Eterna para la visita ‘Ad Limina Apostolorum’; además del embajador boliviano ante la Santa Sede, Julio César Caballero.
La imagen de la Virgen de la Candelaria de Copacabana no es la única que está presente en los Jardines Vaticanos. Ella forma parte de una serie de mosaicos que se han ido instalando en homenajes a varias advocaciones marianas de América Latina (Ver: Imagen de la Patrona de Bolivia es entronizada en los Jardines Vaticanos).
Los orígenes de la devoción a la Madre de Copacabana se remontan a la colonia española en Bolivia, cuando los Dominicos se encargaron de elaborar una imagen de la Virgen en su advocación de La Candelaria. Ella fue tallada por Francisco Tito Yupanqui, descendiente directo de los reyes Incas, quien era gran devoto de Nuestra Señora.
Una vez finalizada la imagen, que logró ser tallada tras varios intentos, fue llevada en procesión hasta la península de Copacabana, que se inserta en el lago Titicaca. Desde allí la Virgen comenzó a manifestar su amor a través de innumerables gracias, ganándose el afecto del pueblo boliviano, que la llama «Reina de la Nación».
Era el 2 de febrero del año 1583, fiesta de la Purificación de María, cuando Nuestra Señora de Copacabana fue entronizada.
La Virgen boliviana, que mide cerca del metro y medio, está tallada en madera de maguey, laminada en oro y vestida con colores que representan a una princesa Inca. Sobre su brazo derecho sostiene al Niño Jesús, que también fue tallado en madera y a su vez sostiene con canasto con unas palomas, que representan la ofrenda de la Purificación de la Virgen.
Con información de Vatican News.
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