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Río de Janeiro (Viernes, 08-02-2019, Gaudium Press) El pasado lunes, 04 de febrero, el Ministerio Público del Estado de Río de Janeiro (MPRJ) archivó una Acción Civil Pública «para que el municipio de Río retire de la Plaza Milton Campos, en Leblon, un oratorio religioso construido irregularmente en el lugar y para impedir la construcción, en carácter permanente, de nuevos oratorios religiosos en el interior de las plazas públicas de la ciudad».
De acuerdo con el MPRJ la construcción de ese oratorio de Nuestra Señora Aparecida había sido autorizada en carácter temporario en el año 2017, por ocasión de los 300 años de la aparición de la imagen de la Patrona del Brasil. Y «la Prefectura mantuvo la estructura en el lugar, con la consecuente realización de cultos en lugar público».
La Parroquia Santos Ángeles, del barrio Leblon, se manifestó a través de las redes sociales destacando que el rosario rezado todos los miércoles en la parte de la mañana forma parte de una tradición de más de 12 años.
El párroco, Padre Thiago Azevedo, cree que ese es un típico caso de intolerancia religiosa, pues el Ministerio Público se movilizó después de la denuncia de una única persona. El sacerdote explicó que la iniciativa de levantar en la plaza un pequeño oratorio en honor a Nuestra Señora Aparecida surgió del grupo de oración, que a través de una nota firmada con más de mil firmas, consiguió autorización legal para la instalación del oratorio con la imagen. El permiso fue inclusive publicado en el Diario Oficial del Municipio.
Ya el Padre Augusto Bezerra, que también pertenece a la Arquidiócesis de Río de Janeiro, resaltó que la acción movida por el Ministerio Público pode ser interpretada como un «atentado a la libertad religiosa».
El sacerdote aclara que «los símbolos religiosos no son mera manifestación de Fe. Tales símbolos forman parte de la historia de un pueblo, de valores de sus ciudadanos, son bienes materiales e inmateriales para una gente que sufre, que llora, que reza, principalmente cuando las manos asesinas de políticos corruptos aplastan sus vidas contra el piso de esa Tierra de Santa Cruz».
«Y, a veces, es una oración delante de un símbolo religioso, o una mera contemplación de su significado que le da la fuerza para no desesperar y luchar por un día más. ¿Entiende que ahí es mucho más que la Fe? ¡La sociedad sobrevive diariamente de esa esperanza que un pequeño acto de Fe genera!», destacó.
El Padre Bezerra hizo además la siguiente reflexión: «¡Cuántos bienes para una sociedad viene de esa gente que cree! ¿Ya no bastan sus sufrimientos extenuantes en una nación depredada y quieren sacarles hasta lo que les consuela, conforta, reanima y alienta?».
«Imagínese que cuando el Cristo Redentor estuviese siendo instalado apareciese un promotor para prohibir de ser instalada aquella que un día se tornaría una de las 7 Maravillas del Mundo y que aporta a nuestro municipio no solo el símbolo de la esperanza y de la Fe del pueblo brasileño, sino riquezas que vienen por el turismo y personas de todas partes del mundo para admirar», cuestionó.
Concluyendo su mensaje, el sacerdote garantizó que todos se reunirán «para contestar públicamente la falsa tesis de estado antirreligioso que se esconde por detrás del jerga ‘estado laico’, probando así nuestra tolerancia y convivencia pacífica que están en la base de nuestra unidad nacional como estado de derecho, garantizador de la libertad religiosa».
En las redes sociales, los fieles lanzaron una campaña con el hashtag #ASANTAFICA, manifestando el deseo de que el oratorio de Nuestra Señora Aparecida permanezca en el lugar. (EPC)
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