Río de Janeiro (Lunes, 11-02-2019, Gaudium Press) El Arzobispo de Río de Janeiro, Cardenal Orani João Tempesta, presidió el pasado 2 de febrero una Santa Misa por ocasión del Día Mundial de la Vida Consagrada. En la ocasión también celebró el jubileo por sus 50 años de profesión monástica, en la Orden Cisterciense.
Estuvieron presentes en la celebración el vice-gobernador, Cláudio Castro, y otras autoridades civiles, Obispos Auxiliares, Vicarios Episcopales, Padres, Diáconos de la Escuela Diaconal San Efrén, Cánones, el Cabido Arquidiocesano, Canónigo Cláudio dos Santos, Párroco de la Catedral, la Orden del Santo Sepulcro, Consagrados y Consagradas, y el Vicario Episcopal para la Vida Consagrada, Mons. Roberto Lopes.
«Agradezco mucho por esa oportunidad de celebrar mis 50 años de profesión monástica. Poder servir a la Iglesia fue una de las directrices de mi vida como prior, como abad, como párroco. No quería ser una persona al margen de la Iglesia local, sino servirla donde estuviese insertado. La entrega de la vida a Dios exige conversión y cambio de vida. Pero pido a Él para que, en este momento en que vivimos, en que la Iglesia sufre persecuciones y difamaciones alrededor del mundo, continuemos entregando nuestra vida, con ese mismo entusiasmo», afirmó el Cardenal.
Citando algunos aspectos de su Carta Pastoral titulada ‘Enviad, Señor, obreros’, lanzada en enero por ocasión del Año Vocacional Sacerdotal en la Arquidiócesis, el purpurado pidió que se rece por los sacerdotes y las vocaciones. «Los religiosos y religiosas se presentan al Señor y, con un título nuevo, más allá del Bautismo, son llamados a proclamar que Cristo es el Señor. Pero todos nosotros somos llamados a entregar y consagrar nuestras vidas a Él, ser de Dios», concluyó.
Mons. Orani fue el primer Abad del Monasterio San Bernardo. Fue ordenado sacerdote en 1974 y párroco de la Parroquia San Roque en 1984. Se tornó abad del monasterio en 1996 y, al año siguiente, Obispo de San José de Río Preto, en San Pablo. (EPC)
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