Lourdes (Martes, 12-02-2019, Gaudium Press) El Dr. Alessandro de Franciscis bien puede tener una de las tareas más particulares del mundo de la medicina: es el «Médecin Permanent» número 15 del Santuario de Lourdes, Francia, y Secretario de la Oficina de Observaciones Médicas de Lourdes. Su misión es analizar los casos de pacientes que reportan una curación milagrosa, lo cual le lleva a apodarse a sí mismo con humor «doctor inútil», porque su principal ocupación es observar pacientes que ya se han curado.
Dr. Alessandro de Franciscis. Foto: P. Sean Connolly / CWR. |
El trabajo del Dr. de Franciscis está lejos de ser inútil, por supuesto. La Oficina de Observaciones Médicas de Lourdes, al igual que el Comité Internacional Médico de Lourdes, deben estudiar los casos de milagros reportados para establecer si corresponden realmente a casos de curación «médicamente inexplicables». Este veredicto es sometido al Obispo de Tarbes y Lourdes, quien lo informa a su vez al Obispo local del fiel que obtuvo la curación y quien tiene la autoridad para certificar el hecho como milagro. Hasta el momento más de siete mil curaciones inexplicables han sido registradas formalmente, si bien sólo 69 de ellas han completado el proceso y han sido declaradas como milagros.
El Médecin Permanent es el primero en ser notificado de una curación extraordinaria y es el encargado de hacer un primer examen crítico. «Si el caso parece ser grave, convoco a una reunión de médicos para examinar el caso más a fondo conmigo. Los médicos convocados para estas reuniones son aquellos que están presentes en Lourdes en el momento en que se reclama la supuesta cura», explicó el médico a Catholic World Report. «Cualquier médico presente puede participar en los exámenes independientemente de su creencia religiosa. Estos son médicos que visitan Lourdes con interés en asistir a los enfermos en el santuario e investigar supuestas curas. Cuando llegan se dan a conocer a esta oficina inscribiéndose. Esta tradición de médicos visitantes que se registraron a su llegada a Lourdes es la tradición más antigua e ininterrumpida del Santuario, que data de 1883».
Numerosos profesionales de hecho visitan el Santuario y 4.500 médicos se registraron en la oficina en 2018. El Santuario también cuenta con la Asociación Internacional de Médicos de Lourdes, que mantiene el contacto con los médicos que así lo desean después de su visita al Santuario. «Esta asociación cuenta actualmente con 12,500 miembros que son suscriptores regulares de nuestro boletín internacional, que se ha publicado trimestralmente durante 90 años», comentó el Dr. de Franciscis.
Este médico no sólo ha tenido contacto con el Santuario como ejercicio profesional, sino que ha sido su fuente de inspiración a lo largo de su vida. En 1973 visitó por primera vez Lourdes como voluntario, cuando aún cursaba secundaria. «Me enamoré de Lourdes, como lo han hecho millones. Decidí en ese momento que quería regresar y ser médico para ayudar a los enfermos. Me inspiró tanto su tratamiento aquí en Lourdes que quería que fuera el trabajo de mi vida», relató. Durante su formación y en su ejercicio profesional visitó el Santuario cada año para servir a los enfermos. Más tarde incursionó en la política y llegó a ser miembro del Parlamento Italiano, así como Gobernador en una provincia local. «Mientras estuve en Lourdes ese año (2008), le pedí a la Santísima Madre que me indicara el próximo camino a seguir en mi vida, ya que me estaba cansando de la vida política. Un mes después de mi regreso a casa de esa peregrinación recibí una carta del obispo de Tarbes y Lourdes, a quien nunca había conocido, informándome que el actual presidente de la Oficina de Observaciones Médicas de Lourdes se estaba retirando y que deseaba que lo sucediera».
En ese momento se encontraba comprometido con una cátedra de la Universidad de Nápoles y observando muchos obstáculos prácticos decidió declinar la oferta del Obispo. «Pero en cuanto volví a casa en Nápoles, me di cuenta de que había cometido un gran error. Estaba enamorado de Lourdes, solo un mes antes de pedirle a Nuestra Señora que me guiara en una nueva dirección para mi vida, y aquí Ella claramente guió al Obispo para que me pidiera que aceptara esta posición. ¡Y en mi miopía me negué!», recordó el galeno. Tras la visita de Benedicto XVI a Lourdes en septiembre de 2008, el médico llamó nuevamente al Obispo y éste le ofreció de nuevo la oportunidad de servir en el Santuario.
En medio de su trabajo, reconoce que para él la marca distintiva del Santuario es la alegría cristiana. «Lo particular de la aparición de Nuestra Señora en Lourdes es que se trata de una Madre sonriente. Hay una gran alegría dada en Lourdes. No hay otro lugar de peregrinación en el mundo católico con tanto sufrimiento en términos de enfermedad, discapacidades, malformaciones, etc., pero con tanta sonrisa, canto y alegría como en Lourdes», concluyó el Dr. de Franciscis. «Las grandes liturgias y las procesiones diarias son signos de alegría y de nuestra comunión como católicos, como discípulos de Jesús e hijos e hijas comunes de su Madre. Es verdaderamente un lugar de alegría. Es una alegría que cautivó mi corazón hace muchos años cuando era un joven estudiante de secundaria y ha permanecido conmigo todos estos años hasta el día de hoy.
Con información de Catholic World Report.
Deje su Comentario