India – Calcuta (Miércoles, 13-02-2019, Gaudium Press) El Prefecto del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral, Cardenal Peter A. Turkson, encabeza la delegación vaticana enviada para la ciudad india de Calcuta para celebrar la XXVII Jornada Mundial del Enfermo, que tuvo por tema una frase tomada del Evangelio de San Mateo: ‘¡Recibiste gratis, gratis dalo!’.
La delegación vaticana participó de un Congreso local dedicado a estudiar tres documentos: los fundamentos teológicos de la pastoral de la salud, la Nueva Carta de los operadores sanitarios y las nuevas fronteras del servicio a los pobres marginados.
Al inicio de su intervención, el Cardenal resaltó que todos los cristianos, siendo discípulos de Cristo «nos beneficiamos del amor incondicional de Dios y somos llamados a llevarlo a los demás en la misma medida».
El purpurado recordó que «la Iglesia desde sus orígenes, siempre testimonió un cuidado especial a los enfermos y las personas que sufren, a través de sus miembros y de sus instituciones, confirmando la inviolable dignidad humana de estas personas en un momento tan particular de sus existencias».
Sobre los enfermos, el Prefecto del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral afirmó que «no son solamente destinatarios de la obra de evangelización, sino también sujetos activos de esta acción apostólica».
Las directrices que marcan el modo con el cual los cristianos son llamados a ocuparse de los enfermos fueron delineadas por la parábola del Buen Samaritano, que invita a «amar al prójimo», pues «a la luz de Cristo, el dolor del hombre adquiere un nuevo significado». Ese dolor no debe ser «ni minimizado, ni ignorado», puntuó.
El Cardenal Turkson recordó que no se puede eliminar el sufrimiento, y dirigiéndose a los profesionales de la salud, los invitó a «ir más allá de un mero acompañamiento, más allá del deber de la solidaridad y apreciar de verdad la presencia y el testimonio de la fragilidad y el sufrimiento de las personas, que no solamente son destinatarias de la obra de evangelización, sino también sujetos activos de esta misma acción apostólica».
Por último, trazó las características prácticas del acompañamiento por parte de los operadores: adoptar un estilo de vida puntual, que es el de la ‘generosa devoción’; dejar de lado la búsqueda del poder, «pues el verdadero poder es el servicio»; escuchar al enfermo; y tener la alegría del corazón.
Un mensaje del Papa Francisco fue leído al final del evento por el Cardenal Patrick D’Rozario, Arzobispo de Daca y representante vaticano en los eventos. En el texto, el pontífice recuerda la figura de la Madre Teresa de Calcuta como un «modelo de excepcional caridad cristiana». (EPC)
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