Masaya (Jueves, 14-02-2019, Gaudium Press) Nuevamente es agredido el reconocido Padre Edwin Román Calderón, párroco de la iglesia de San Miguel Arcángel, en Masaya – Nicaragua, ciudad ubicada a 30 kilómetros al sudeste de Managua. El Padre había sido agredido el 9 de julio pasado en Diriamba, por turbas sandinistas. Posteriormente también fue agredido por el comisionado de Policía del lugar Ramón Avellán. El sacerdote es uno de los más queridos en el país, entre varias otras razones porque en mayo de 2018 abrió las puertas de su parroquia para recibir a jóvenes heridos que huían de grupos paramilitares pro-gobiernistas. La parroquia fue después atacada a balazos.
«Siempre recuerdo el 10 de mayo, un jueves. Estaba en mi cuarto y escuché disparos, explosiones y gente corriendo y gritando y no me sentí bien manteniendo la puerta de la casa cural cerrada. Por tanto, abrí la puerta, las puertas, e inmediatamente comencé a ocuparme de los jóvenes heridos. Les di agua y esa noche, desde las siete hasta las tres de la mañana, estuvimos con los vecinos atendiendo a los jóvenes», relató el P. Román a Confidencial. Esta acción junto con otras, le ocasionó tal surto de amenazas que lo obligaron a huir un tiempo de Masaya. Anoche el Padre Román fue golpeado en su cara.
Tras atender deberes pastorales en el municipio de Niquinohomo, el P. Román transitaba la carretera de Catarina hacia Masaya, cuando por vuelta de las 7:00 pm una patrulla policial le indica que pare. Comenzó media hora de tensión, insultos y finalmente agresión.
«Me dijeron: por fin te agarramos», relató el Padre. Ahí mismo intentaron interrogar pero el presbítero no siguió el juego: «Además quisieron interrogarme sin decirme por qué me detenían. Me hicieron preguntas como de dónde venía, que para dónde iba, pero nada de eso les respondí». «Les reclamé y empecé a tomarles fotos, les dije que llamaría a los medios de comunicación; entonces intentaron quitarme el celular y me golpearon en el rostro», narró. Le decían que podía partir pero no le entregaban las llaves del auto.
La determinación del Padre permanece incólume. Aunque continúen las amenazas de muerte seguirá «junto al pueblo sufrido de Nicaragua». Entretanto, no deja de calificar como un total atropello lo ocurrido, y declara que eso hace parte de la represión gubernamental que sufre Nicaragua, pero particularmente Masaya. El sacerdote tiene medidas cautelares protectivas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Comunicado de la Arquidiócesis de Managua
Apenas tuvo conocimiento de los hechos, la Arquidiócesis de Managua emitió un comunicado de prensa en el que denunciaba el hecho. El comunicado daba cuenta también que el sacerdote continúa con su ministerio pastoral.
«Esta situación pone en evidencia la falta de un ambiente de paz y se suma a otros actos que no contribuyen a un camino de concordia social. Ante esta y otras expresiones de intolerancia urge retomar el respeto al derecho de la persona humana en nuestra patria», reza en otro aparte el comunicado, que concluye pidiendo a los fieles oraciones por los sacerdotes nicaragüenses.
Con información de Vatican News y de la Oficina de Prensa de la Arquidiócesis de Managua
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