Roma (Lunes, 18-02-2019, Gaudium Press) Una noche especial en torno al Fray Juan de Fiesole, O.P, conocido como Fra Angélico, es la que se vivirá este 18 de febrero en Roma. La cita será en la Basílica de Santa María sopra Minerva, donde se encuentra el sepulcro del beato, quien fue proclamado patrono de los artistas por San Juan Pablo II.
La noche, que comenzará a las 18:30 horas, apenas caiga el sol, estará marcada por una celebración Eucarística para celebrar la fiesta del beato dominico, que presidirá el Vicario del Papa para la Diócesis de Roma, Cardenal Angelo De Donatis. La solemne Misa estará animada por la Capilla musical ‘Augustea’ del Conservatorio de Santa Cecilia y del Pontificio Instituto de Música Sacra de Roma.
A las 20:15 horas comenzará el encuentro «Roma by nigth», iniciativa animada por la Oficina de Catequesis de la Diócesis de Roma que busca mostrar los tesoros de fe y cultura que están escondidos en la Ciudad Eterna (Ver: «Rome by night»: una iniciativa para redescubrir la belleza a través del arte y la fe).
Virgen de la Humildad, obra de Fra Angélico. |
El encuentro tendrá como tema «La luz del arte en la vida de los hombres», y contará con las intervenciones del director del Servicio para la cultura y la universidad del vicariato romano, Mons. Andrea Lonardo; y el Padre Riccardo Lufrani, prior del convento de Santa María sopra Minerva y capellán de la Universidad John Cabot, que profundizará sobre el Beato Angélico.
Fra Angélico nació alrededor de año 1390 en Mugello, en la Toscana Italiana. Hacia el año 1418 ingresó al convento de los padres dominicos ubicado en Fiesole donde en el año 1425 se hace fraile, tomando por nombre Giovanni da Fiesole -Juan de Fiesole-.
Fue fraile, pero ante todo artista. Dicen, incluso, que su pincel era guiado por la mano de Dios. De ahí que su santidad y su fama se deben a que supo combinar su vida como dominico y de pintor, destacándose a inicio del Renacimiento por reflejar en sus obras el ideal de la belleza ligado con lo divino y trascendente. Siendo el sello que lo distinguió frente a otros artistas de su tiempo que planteaban otros ideales de belleza.
Sobre sus primeros años como artista no hay mucha información, pero se conoce que su pasión por el arte comenzó poco antes de ingresar al convento de los dominicos, ya que alrededor del 1417 se le vincula con los talleres de Florencia.
Ya en el periodo llamado «Fiesolano», que comprende los años que van desde 1425 a 1438, el Beato Angélico pinta muchas de sus más preciosas obras, entre ellas la «Coronación» que se encuentra en el Museo de Lourve, y la «Anunciación», que se halla en el Museo del Prado de Madrid.
Gran florecimiento de sus obras ocurren hacia el 1445, tiempo en el que multiplicó sus pinturas realizando los conocidos frescos del Claustro, la Sala Capitular, los Pasillos y las Celdas.
Poco después viaja a Roma donde recibe el encargo de la decoración muralista de la desaparecida Capilla del Santísimo Sacramento de San Pedro por parte del Papa Eugenio IV. En la Ciudad Eterna también realiza los frescos de San Esteban y San Lorenzo en la Capilla Nicolina, trabajo que culmina en el año 1449.
Con el fallecimiento de su hermano regresa a Fiesole, y en 1450 es nombrado prior del Convento; volviendo a la Ciudad Eterna para decorar el claustro del Convento de Minerva, donde muere el 18 de febrero de 1455.
Con información de Diócesis de Roma y dominicos.org.
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